...de los mares iris




La Virgen del Carmen del Perchel malagueño, perfumó las calles de la ciudad con su presencia. Desembarcada en el puerto, y situada sobre el trono en primera fase de ebanistería, que vendrá a sustituir al anterior de alpaca plateada, la Reina del Carmelo, recorrió la Alameda, repleta de fieles pendientes del diálogo entre la Madre y el Hijo, que juguetón parece querer abandonar sus maternales barazos, para caer en los de Málaga, que ansiosa lo espera.



Al fondo, las palmeras del paseo del parque, rinden honores a la Reina de los Mares, que ya sonríe, sintiéndose querida y venerada, sobre los hombres de trono, característico representante de la forma de portar en Málaga.


Momentos espectaculares se viveron en Stella Maris, en el puente de la aurora, pero no es hasta que Ella entra en su barrio, cuando se sabe una "perchelera" más, y se desata el fervor al entrar en sus callejuelas, su puente de la Misericordia, su calle Ancha del Carmen,y su Plaza de Toros Vieja, donde se desbordan las oraciones, en forma de pétalos de flor, para alfombrar el paso de la Santísima Virgen, mientras la Salve marinera suena en su honor, tocada por la banda, y cantada por la multitud de devotos allí congregados.


En el templo, su Iglesia del Carmen, la esperan el Señor de la Misericordia y la Virgen del Gran Poder, centro de la devoción del Barrio, junto con la Virgen de la Esperanza, si bien a la Virgen del Carmen se le profesa un cariño muy especial en Málaga, distinto al que reciben las titulares de hermandades penitenciales.

Así flotaba sobre sus hombres de trono, la Virgen del Carmen, nada más comenzar su andadura por la Alameda principal...Salve, Estrella de los Mares, de los mares Iris,...



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