Fiestas Patronales...Atarfe

Atarfe guarda en sus fiestas patronales, dedicadas a Santa Ana, un cierto sabor añejo, casi rancio, herencia de aquella feria de ganado que centrara antaño su feria principal, y que relegaba a Santiago y Santa Ana, a la feria menor, consistiendo casi exclusivamente, en la procesión de la Madre de la Virgen y que hoy centra todas las miradas. A Santa Ana, se la traslada una semana antes de su salida, cada 26 de Julio, desde la ermita que lleva su nombre, hasta la iglesia parroquial en donde se le rezaba una novena, hoy quinario, que culmina con la ofrenda floral y posterior procesión hasta la ermita.

La imagen de Santa Ana, ya entronizada, espera a la culminación de la Eucaristía para recorrer las calles de su pueblo, que engalana sus balcones y habitantes para recibirla nuevamente.

Es portada a un solo hombro, con trabajaderas exteriores, como marcaran los cánones de los antepasados de los antepasados, generación tras generación, por toda la gente del pueblo o foránea que así lo desee, siendo tallada previamente. Aunque a lo largo del recorrido, hay una serie de turnos libres, en donde todo el que quiera puede cogerla, quedando patente el carácter de los atarfeños que, en un acto de generosidad, ceden lo más importante que tienen, su patrona, para que podamos disfrutar de Ella, en una procesión de un enorme fervor popular.

Santa Ana se dispone a cruzar la calle Real, con la ermita de los tres juanes de testigo, y el balcón adornado con la bandera patria, colores de este país de tan profundas raíces religiosas, que no entiende ni atiende a laicismos y sin sentidos que intenten desarraigar nuestras creencias.

Como no podía ser de otro modo, ahí me tenéis, arrimando el hombro, mientras Caridad del Guadalquivir sonaba en su honor; un ratito sólo, apenas una corta calle, para pedirle a la Madre de la Virgen, tantas y tantas cosas...