y cuando lo hagas te recibirá con la mágica luz de su atardecer, en las cuestas albayzineras, con el murmullo incesante del Darro, a su paso porla Carrera homónima, con el frescor de los bosques alhambreños, y de las naves catedralicias, y con las acogedoras calles del Realejo,...tienes que volver, tienes que volver
Tengo que volver, tengo que volver...
ResponderEliminarUn beso desde la Giralda.
y cuando lo hagas te recibirá con la mágica luz de su atardecer, en las cuestas albayzineras, con el murmullo incesante del Darro, a su paso porla Carrera homónima, con el frescor de los bosques alhambreños, y de las naves catedralicias, y con las acogedoras calles del Realejo,...tienes que volver, tienes que volver
ResponderEliminarUn beso desde Granada