Traslados
El recorrido discurre por un itinerario de gran valía paisajística y patrimonial, desde las siete cuestas que nos llevan a la Abadía, en las que se divisa la Alhambra, hasta las calles ensortijadas del Albayzín, el universal barrio de Granada.
El Crucificado que procesiona es una copia por puntos del que realizara el escultor de la tierra José Risueño, y que concibe a un Jesús muerto en la cruz, casi sin síntomas de martirio, acaso dormido en el madero, al que se sustenta por cuatro clavos que atraviesan sus pies y manos. La imagen de la Virgen, es un primitivo busto de los hermanos González, que otrora formara parte del paso de Cristo, en un Stabat Mater, y que se remodeló a candelero para que procesionara bajo palio. Es de una gran belleza, y la expresividad de sus ojos que miran al cielo, encandila al que la mira mecida sobre los hombros de sus costaleros, por las calles de la ciudad, en la tarde noche de cada Miercóles Santo.
Esta hermandad, vive los momentos de mayor fervor popular al finalizar su estación de penitencia, cuando el tiempo se detiene para que los gitanos le canten saetas a la luz de las hogueras que se disponen por el Sacromonte, hasta avanzadas horas de la madrugada, algo que sólo Granada tiene, y que merece la pena conocer.
Comentarios
Publicar un comentario