50 años con Sevilla...
Cincuenta años con Sevilla, por eso ella quiso estar a la altura, y llenó las calles de ciudadanos hispalenses, aunque no lo fueron todos, para cubrirle carrera al Señor de la Redención. Tras una mañana de lluviosa incertidumbre, que dió al traste con los planes de la hermandad de hacer su traslado, las ilusiones se concentraron ya en la tarde, y el tiempo quiso acompañar para que pudieramos disfrutar del Señor en la calle.
Sobre el pasocristo de la Sed, al que hubieron de bajar los palos unos doce centímetros, dada la diferencia de altura entre las cuadrillas de costaleros de ambas hermandades, se ubicó a la imagen Cristífera de esta corporación del Lunes Santo, en perspectiva diferente, muy del gusto del que escribe estas líneas.
Los ángeles del antiguo paso de misterio del beso de Judas, con piñas de flor, adornaban más si cabe el magnífico canasto que Guzmán Bejarano realizara para el Crucificado de Nervión, el Cristo de los cuatro clavos, portentoso Señor de la Sed. Así que las calles se llenaron, y con una más que agradable temperatura, se pudo disfrutar del buen hacer de la cuadrilla de costaleros, tanto del Beso de Judas como de la Virgen del Rocío, que en este día también pudieron portar a su Cristo por Sevilla, así como del olor del incienso, siempre distinto al nuestro, y de la impresionante calidad musical de su agrupación, músicos hermanos unidos en la devoción a Cristo, y que no podían faltar en este día de aniversario.
Pasadas las doce de la noche, desde las ocho de la tarde, se recogió la hermandad, y Sevilla lo despidió a las puertas de su capilla, hasta el próximo lunes santo, a eso de las tres de la tarde, ya sobre su paso de misterio.
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