D.E.P

La vida suele dar duros reveses, y hay que saber capearlos con mano izquierda, con temple, y haciendo gala de la más profunda torería. Hoy, uno de los costaleros del paso de palio del Mayor Dolor, el que se aferra al costero detrás de mí, está viviendo uno de esos momentos, ante la pérdida del timonel de la familia, del ejemplo a seguir, del emisario del amor desinteresado. Hoy, los que nos llamamos escolapios nos vestimos de luto contigo, Carlos, y con tu hermana Raquel, y con toda tu familia, para haceros saber que no estais solos, y que vuestra otra familia, la costalera, la amiga, sabrá estar a la altura, apoyandóos en todo lo que creáis necesario, como en cada tarde de Viernes Santo.

Hoy la dureza de la realidad os ciega de dolor, pero tras esa oscuridad veréis renacida la Esperanza, y debéis también agarraos a todo lo que habéis vivido junto a él, para que sea él mismo, el que desde arriba os siga guiando como hasta ahora lo hizo en vuestra casa y en vuestro día a día.

Desde aquí, sólo puedo pedirle a la que está arriba, que se lo lleve con Ella, para que pueda disfrutar en el Cielo, de la que tantas veces fotografió en la tierra. Descansa en Paz, Sebastián.