El amor que nunca fue, el beso que nunca diera...


Ayer tarde, supongo que como casi toda España (curioso país este que sólo permite decir con orgullo eso de "yo soy español" si es en el contexto deportivo, y para celebrar que alguna de nuestras selecciones ha ganado algún título), vibré con la final de la Copa Davis, y con el punto definitivo que Fernando Verdasco materializó en forma de ensaladera. Fue en el transcurso de dicha retransmisión, cuando la ví, y se me vinieron a la memoria tantas tardes de tenis en mi casa, y tantas discusiones con mi hermana pequeña, seguidora acérrima de Steffi Graf en lo deportivo, cuando ambas llegaban a enfrentarse. Poco podía comprender entonces mi hermanita, que mi atracción por ella era más allá de lo meramente deportivo, ya que para mí, Gabriela Sabatini, siempre será una dama, dentro y fuera del circuito.

Recuerdo como si fuera ayer su garra en las canchas, y su señorío aceptando sus éxitos, lo mismo que sus fracasos, con total serenidad. Ayer la ví, fugazmente en la pantalla, y es como si todo hubiera pasado otra vez por delante de mis ojos, y volví a ser adolescente, de la mano de esta excelente deportista, que además, sigue siendo cautivadoramente atractiva.

Comentarios

  1. mira que eres marrano, jejejejej, con que la sabatini, no?? es que te gusta......

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  2. la Sabatini pepico, la Sabatini, y es que las morenas siempre han sido mi debilidad.

    Un abrazo

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