Si el amor llama a tu puerta...
El agreste clima que invadió Granada el día de la Inmaculada no impidió que muchos fueran a rendir su tributo a María Santísima, sin pecado concebida, pura y limpia. Un servidor no pudo gozar de su presencia, cosa que espero me perdone, pues Ella lo comprende todo, aunque sé que me puso falta, como a tantos otros; pero tengo la suerte de contar con un nutrido grupo de amigos, algunos de los cuales no dudan en mandarme fotografías para que luego las suba en la que es también su ventana. Este es uno de esos casos, y el amigo en cuestión es Miguel Delgado, al que me une desde hace un tiempo algo más que una sincera amistad. Él fue a verla, y nos deja esta imagen que nos da fe de la sublime belleza que posee nuestra Madre, para la que nunca hay un piropo definitivo...
Gracias Miguel, por tu colaboración...
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