no sé...
no sé,
no sé si tú recuerdas,
que jugábamos al globo,
me cogías de la mano,
me llevabas al colegio,
que eras madre y eras niña...
no sé,
no sé si tú recuerdas
que jugábamos a los trapos,
que cogías mi canasto,
me guardabas el dinero
y siempre me protegías...
no sé,
no sé si tú recuerdas,
que además de ser mi hermana,
eras mi amiga del alma,
mi otra madre y consejera,
y no sé si habré "aprendío"
hasta a ser mejor persona,
y sé valorar las cosas
que ha tu lado yo he "vivío"...
quiero jugar, quiero jugar,
quiero jugar contigo...
La letra es de un cancioncilla del disco "Una noche en la pará d´er conde", y la fotografía, pertenece al álbum familiar, en uno de esos momentos que, seguro, todos tendremos inmortalizados. En ella, mi hermana mayor, permanece atenta, no sin sonreirse, a la labor que mi madre intenta realizar, esto es, secarme después del baño...no tiene desperdicio...
Inconfundibles las puertas de los pisos de la urbanización Las Flores donde un servidor también se crió, libre como el viento, dándole patás a un balón en el campillo de las flores, cazando grillos y saltando por el bordillo central de la acequia gorda. Qué tiempos aquellos.
ResponderEliminarefectivamente, Manuel, la lima, policías y ladrones, carreras de bicicletas, peleas con los tirachinas cuya munición se cogía de los huesos de los dátiles que las palmeras dejaban caer, esa vega que se abría hasta dónde alcanzaba la vista, y entre la que la clínica la inmaculada emergía solemne, siendo el límite que mi madre nunca nos dejaba sobrepasar, porque se veía tan lejos, esos domingos en los que nos íbamos con nuestros padres de "excursión", siguiendo la línea de la acequia, a la que alguna vez que otra se nos cayó la bicicleta,...en fin, no ha cambiado ná el cuento...
ResponderEliminarUn abrazo
Ahora se hace más o menos lo mismo pero con la wii...
ResponderEliminarahí llevas razón...jajajajajajajaja...
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