Viernes de dolores...

Por su barrio, ese Señor moreno a los sones que le marcaba la gente de la Calzada, camina erguido por la fuerza que le imprimen los que por Él mueren, cada vez que comienza la Semana. Especial en todo el día, distinto el color del cielo, el de la caoba del canasto, distintos los claveles que ornaban sus andas, y distintas también las miradas que lo observan, poco a poco, revirando nada más salir de su parroquia. Cientos de almas entregadas, esperando sólo el momento de poder verle la cara, un año más, para después acompañarlo por las esquinas de su barriada. En cada puerta, una madre se pegaba al respiradero para decirle cosas a su hijo bajo las trabajaderas del Señor, en cada "arriá", los amigos de la igualá alta jaleaban el trabajo de sus hermanos. En cada momento, el calor de la gente, sus vecinos, se filtraba por el canastillo para hacerles llegar a los hermanos costaleros el aliento y la admiración de todo un barrio, que a ellos confía al mejor de todos, al moreno de Pino Montano. Y con ellos, un granadino infiltrado entre sus filas, sintiendo como ellos sienten, disfrutando con lo que ellos disfrutan, y emocinándose al máximo cuando su amigo de siempre le dedica la "levantá"...."esta va por un amigo de Granada"...al Cielo el Señor de Nazaret!!!