de tantas cosas...

De nostalgia pueden llenarse páginas en blanco de los libros de una vida.

De nostalgia, y de vivencias, que se amontonan sin pedir permiso en los vericuetos de nuestra mente.

De maneras, las de todos los que contigo han compartido momentos inborrables.

De hechuras, esas que se marcan en la forma en que se calza un costal, se aprieta una faja, o se acordonan las zapatillas.

De piropos, aquellos que salen de las bocas expectantes, para decirle a María, lo que en sus corazones reside.

De lamentos, los que surgen cuando se está ausente de las cosas de Ella.

De olores, los que fluyen de las llamaradas de incienso, de los bosques alhambeños y de la madera de unas trabajaderas de Gloria.

De calor, el que se instala en nuestros cuerpos para no alejarse hasta que no abandonas tu sitio, y puedes sentir de nuevo el aire recorrer tu cara, y respiras...

De recuerdos, los que te acompañan siempre que la ves de todas las tardes similares desde el primer instante en que escuchas su llamador.

De voces, las de los que la guían por fuera, y la sienten por dentro.

De Mayos, tantos y tantos subiendo las cuestas de la Alhambra.

De cafés, los que ocupaban las mesas del Palace, previo a la salida...

De todo eso se pueden llenar, como digo, muchas páginas, pero sólo me basta una palabra, una tan sólo, para resumir todo lo que me inspira mirarla, de nuevo, el último sábado de Mayo...agradecimiento...