Madre e hijos...
El Domingo de Resurrección, en el interior de la santa Iglesia Catedral Metropolitana, la Niña de los Basilios, la Señorita de san José de Calasanz, espera a que sus hijos la devulevan a su casa, interrumpida como fue la estación penitencial del Viernes Santo por mor de la lluvia.
Tres hermanos posan sonrientes delante suya, realizada la fotografía por otro hermano, no de sangre, pero sí por convencimiento y unanimidad, como es Lolo Valenzuela, prestada la cámara por el bueno de Luis Del Campo, que pudo constatar en sus propias carnes lo maravilloso que puede llegar a ser el sentirse costalero de María Santísima del Mayor Dolor, y buscando ya el momento en que los rayos del sol le den, por fin, en la cara.
Os puedo decir, que es algo extraordinario tener la oportunidad de cansarte hasta la extenuación debajo de un paso, cuando tu hermano empuja en la misma dirección unos palos más atrás, y el otro acompaña de cirial a la Señora, mientras nuestra hermana iba de camarera...extraordinario, cuatro hermanos, con su Madre, aunque en la foto sólo puedan salir tres.
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