con el Señor en la calle...
De todos los momentos como costalero, de todas las cuadrillas que cada año pasean nuestras glorias y penitencias, hay una especial, una que te hace salir de dentro lo mejor de tí, para brindárselo, esta vez sí, a Cristo sobre nuestras cervices.
Hay una cuadrilla, en la que todo es distinto, desde la hora de igualar, a la forma en que se la cita, pero sobre todo, es distinto, porque gracias a esa cuadrilla, tienes el orgullo de llevar tu fe, hasta los límites más insospechados. Una cuadrilla de costaleros dispares, en la que no falta un "Alcalá" o un "chino", como acertadamente dice entre risas su capataz, y en la que puedes compartir palo con los mejores costaleros de la tierra, echar un rato de tertulia, y disfrutar de su saber, y de sus experiencias. Una cuadrilla, de capataces de renombre, padre e hijo, para llevar al Señor Sacramentado por las calles de Granada, los días centrales de sus fiestas más importantes. Una cuadrilla, en la que el blanco es el protagonista, y en la que la foto se hace en la calle oficios, centro neurálgico del renacimiento granadino. Una cuadrilla, en la que los "maletillas" llevan los trastos en bolsas, aun sabiendo que no es su igualá la de turno, por si acaso un hueco, una baja, les brinda la oportunidad de ser sacramentales, quizá por única vez en sus vidas. Una cuadrilla, en la que la suerte de pertenecer a ella, comparte sitio con la responsabilidad, ya que el Hijo de Dios, presente entre nosotros por el milagro del cuerpo hecho carne, no puede andar de cualquier forma, y para eso se nutre de la flor y nata de las cuadrillas granadinas.
Una cuadrilla, única e irrepetible, con cinco partes de diferentes estaturas, que permiten cada año, una vez el Jueves y otra el Domingo, que la tradición se encuentre con el pueblo, de la mano inmejorable del Señor...Dios está aquí, honor y gloria a Él...
Que grande sentir esa mezcla de emociones y sentimientos miarma.
ResponderEliminarEspero que todo fuera de arte, por lo que cuentas, así fue seguro.
Un saludasso.
Efectivamente, Moe, fue de arte, y es que pasear al Hijo de Dios, bajo la forma de Hostia Consagrada, es lo más grande a lo que, a mi humilde entender, puede aspirar todo el que se llame costalero. Y que no se engañe el que piense que es irrespetuoso que la Custodia sea portada por costaleros, ya que no hay mayor respeto, que el que se le tiene a esa ropa, y a esa trabajadera, que porta la fe del mundo cristiano.
ResponderEliminarUn abrazo, y me alegra volver a verle por aquí...
Querido Abuelo, te agradezco la adhesion al blog del Corpus.
ResponderEliminarEs otra "ventana" o más bien un balcón y un palco para todo el que quiera.
Un saludo
no tienes nada que agradecer, porque a esa ventana me asomaré cada vez que pueda, porque ese balcón, o palco como tú lo llamas, tiene mucho que mostrar a los que formamos parte, y a los que no también, de esa mágica cuadrilla sacramental.
ResponderEliminarDisfruta de esta aventura de llevar un blog, es muy gratificante.
Un abrazo