cuando todo se acaba...
...las fuerzas ya meguadas se transforman, los corazones de sus cuarenta y ocho servidores se aceleran, las emociones se disparan, los suspiros se concentran, los pechos se hinchan y se sube hacia arriba siempre, porque así quiere Él pasearse por Granada. Toda la noche, desde que sus pies hoyaran Fígares, se va contando la historia del expolio del Señor, de cómo se jugaron sus vestiduras, osando con sus hoscas manos rozar la tela que vistiera al Hijo del Hombre; también la cuenta María Magdalena con su llanto, y los sayones con su desprecio, también el cirineo, con su ayuda forzada primero, pero convencida después, nos dicen que Él debe ser Despojado, para comenzar nuestra salvación. Historia escrita cada domingo de Ramos, desde el muñidor al último tambor, pasando por todos y cada uno de los blancos hábitos, hermanos en el sentimiento y el orgullo, en la fe y la admiración, de pertenercer a esta hermandad en la que Dios nos entrega a su Hijo implorante en Semana Santa, para que nosotros encontremos en Él cuanto precisemos.
Cuando todo se acaba, cuando su gente lo lleva en volandas hasta su capilla, aun sobran fuerzas para sostener el cirio, para encender los pábilos, para aupar los ciriales, para llamar a su gente, para levantarlo al Cielo, y para enmarcarlo todo con la música, rúbrica sonora de esta historia cofradiera de barrio...Dios es Despojado en Granada, Gloria a Jesús Nazareno...
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