de camareras...

Ahora que desde la tranquilidad del verano nos asomamos a las vivencias de la ya pasada Semana Santa, nos asaltan multitud de cosas que, aturdidas por la maraña de momentos, aparecen desdibujadas en nuestra mente, pero no por ello dejamos de pensar en ellas. Eso me está ocurriendo a mí ahora mismo, sentado en mi terraza, observando la veleta de la Iglesia de la Encarnación, y las últimas letras de almuñécar en las gradas del estadio municipal. El recuerdo no es nada del otro mundo, y me ha asaltado, como casi siempre, buscando otra instantánea para la ventana, ahora que Internet parece que quiere funcionar un rato...
El caso es que me he parado a mirar esta fotografía actual, de este año pasado, en la que se ve a mi hermana pequeña, en los instantes previos a salir hacia la parroquia de san José de Calasanz, para acompañar a María Santísima del Mayor Dolor en estación de penitencia, y la he puesto en sepia, porque seguro que así puede semejarse un poco a esas otras que, en las cajas de cartón, en los cajones olvidados de las casas, o en las carteras de los abuelos, nos recuerdan quu Granada sigue fiel a su tradición, por lo menos en lo que a acompañar a la Virgen se refiere vestida de mantilla, si bien se ha perdido en lo de recorrer a esa usanza los monumentos en los días grandes de la Semana Santa.
Sirva, pues, esta fotografía para tres cosas, en primer lugar, para que veais lo guapísima que iba mi hermana el Viernes Santo, en segundo lugar, para animar a todas las mujeres de Granada a que acompañen a sus titulares y engrandezcan las filas de los tramos de camareras y, en tercero y último, para animarlas también a salir el Jueves y Viernes Santos a recorrer los monumentos para recuperar esa tradición perdida de nuestras antepasadas.

Comentarios

  1. Sirva también como homenaje a aquellos viejos espejos barrocos en pan de oro que ocupaban siempre el testero del salón de las casa de nuestros padres y abuelos.
    Un abrazo...

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  2. que poquito te quea ya mi armaaaaa¡¡
    estamos ya mismo en capilla,jeje

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  3. a El Esperanzo: pues sí, Manuel, sirva también para eso, que esos espejos barrocos en pan de oro reflejan no sólo las imágenes del que los mira, sino las historias de los que antes se asomaron a ellos.

    Me alegra volver a verte por aquí, un abrazo.

    a Ferro: no lo sabes bien Pepe, me queda muy poco...lo que no sé es cuando tengo que empezar a ponerme nervioso, jaajajajaja...un abrazo

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  4. Muy guapa tu hermana, si señor, y una foto muy bonita.
    Yo, uno de los días que más guapa me veo, son aquellos jueves Santos que me visto de mantilla.

    Besos recién llegados a Sevilla

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  5. bienvenida seas de nuevo, querida Dama, a esta ventana y a tu Sevilla, y gracias por el piropo a mi hermana. La verdad es que la mujer de mantilla realza su belleza, alejándola de los vaqueros y los trajes de chaqueta rutinarios, para hacerla sentir más hermosa, y pot qué no...más española.

    Un beso desde Granada

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