el portón de los sustos
La conocéis de sobra, es la puerta de la iglesia parroquial de san José de Calasanz, esa puerta de Viernes Santos, cuando la "Niña de los Basilios" se arregla para pasear y lucirse por Granada. También sabéis de sobra que le cuesta trabajo salir, y que sus costaleros entregan algo más que fe para salvar la portada y ponerla en el patio, buscando ya sus fieles el fulgor de su mirada.
Levanta el palio en el interior del templo, siendo testigos apenas sus camareras y los que forman su cuadrilla, para atravesar de corto el atrio y embocar la luz que se cuela desde fuera, señal de que el tiempo ha permitido que, una vez más, el Mayor Dolor esté con los granadinos...y poco a poco, ¡¡cómo no!!, se va meciendo, de frente, hasta que la voz de mando ordena tiznarse los calzones con el suelo eclesial, y arrastrar rodillas para redimir pecados, como galeotes de esta sin par galera que sigue siendo nuestra alfa y nuestra omega, por los siglos de los siglos. Andando de frente, levantando las rodillas, que no arrastrándolas, ha salido la Señora siempre, entre el jadeo del esfuerzo costalero, el pellizco en los de fuera, el nudo en la garganta de sus capataces, y la pericia de sus contraguías,...piezas del Viernes Santo según Granada.
El ansia por ponerla en la calle, se templa sabiamente por los capataces, que ponen la calma precisa para no dar ni un tirón y no descuadrar el palio, mientras varal a varal, se va salvando el arco, y se aceleran los ritmos del corazón, ante la inminencia de la plenitud de una tarde entera con Ella, que se nos hará muy corta...suena la marcha, el paso se levanta sobre los pies de sus costaleros, y se inicia la "revirá" justa que habrá de dar con Ella en el paso de los Basilios,...el susto de la puerta hace tiempo que no es tanto, gracias a las ideas de su gente, pero esa puerta será por siempre, para nosotros, el portón de los sustos...
P.D: no hay vídeo porque ése lo lleváis todos vosotros en la mente, los 365 días del año.
Poco a poco como nos gustan los palios abuelo, poco a poco Ella avanza cada Viernes Santo hacia ese portón de los sustos que también podíamos llamar portico de los sueños...porque cada día se sueña con esa salida. Como bien apuntas esa salida y ese encierro ha sido siempre de los mas duros en estas tierras, las 3 primeras mas a tierra, esa orden entraba como un puñal atraviesa un cuerpo, era una orden fría calculada pero Justa...justa de justicia...era el precio que teniamos que pagar por disfrutar tanto debajo de ese palio; las posaderas entre las piernas y tira pa alante sin descomponer eso.....esa bendita trasera mandandonos fuerza como tiene que ser....Ella ya esta en su plazoleta; por delante unas pocas de horas de trabajo y de sufrimiento y de disfrutar gracias a Dios.
ResponderEliminarAbuelo, cuadrilla grande que pese a las zancadillas de los envidiosos cada día crece mas y cada día se cuaja mas y debajo se van viendo cosas mu buenas, contra eso nadie podrá luchar porque debajo van sus bucaneros, con su cuchillo entre los dientes dispuestos a cualquier cosa por Ella, la Reina de Roma, La Perla Negra.
ahiiii, si esas baldosas pudiesen hablar, la de gotas de sudor, la de oraciones, la de resoplidos y empujones, la de abre mas las piernas que no quepoooo¡¡¡ Pero que guapa esta siempre cada vez que atraviesa ese dintel.
ResponderEliminara Lolo: has puesto el dedo en la llagua, como siempre..."pórtico de los sueños", esos que desde niños nos embargaron, cuando jugábamos a ser costaleros y el único tema del que entendíamos era simplemente que nos gustaba Ella, para todo lo bueno. Después nos dimos cuenta de que eso precisamente nos iba a hacer estar continuamente en el punto de mira, pero fíjate las casualidades de la vida, ese punto de mira siempre pasa por María...
ResponderEliminarun abrazo hermano, que llegue otro Viernes Santo, para hablarle con los susurros de la alpargata...
a Pepe: qué decirte que no sepas, si cuando yo entré bajo sus trabajaderas tú ya estabas graduado, si todo lo que valenzuela y yo sabemos, si es que sabemos algo, lo aprendimos de la escuela de los Ferro, Valeriano, Arrabal, Pontes...y de la relación de costaleros casi desconocidos, se ha pasado a amigos del alma, por eso ese palio anda como anda, y las baldosas guardan tantos secretos...
Un abrazo Pepico, de los grandes...