Meditación...

Con la cabeza apoyada en diestra mano,
camina el Señor de los Señores,
con la cabeza apoyada en diestra mano,
meditando de su muerte los albores.

qué entereza abismal la que demuestra,
al aceptar sin titubeo tales horrores,
qué entereza abismal la que demuestra...
a pesar de que se cumplen sus temores

no hay lágrima que en su rostro haga presencia,
no hay atisbo de no afrontar su sino,
entero, ha escuchado su sentencia,
entero, sopesa los lances del destino...

Señor, que ejerciendo el poder que fue otorgado,
pudiste cambiar el curso de la historia,
¿cómo aceptaste, lo que dictaban las memorias,
si tu rango de Dios lo habría evitado?

quizá, en un risco descansó tu alma angustiada,
para pensar en otros tiempos entretanto,
y quizá te viste, Señor, Miércoles Santo,
meditando por las calles de Granada...

Comentarios

Entradas populares