te debía una reflexión...
Nunca pensé que llegaría este momento, o quizá me lo imaginé de otra manera; yo siempre soñé con jubilarte de este mundo, haciendo el relevo dignamente en el martillo que a fuerza de corazón te ganaste; siempre te ví, querido amigo, con los ojos llenos de lágrimas, porque eres de naturaleza sensiblera, abrazado a tus amigos, deseándoles mil bienaventuranzas, después de depositar los cuatro zancos por igual, el palio de tus amores. Siempre entendí, que el señorío delante de los pasos no lo examinamos nosotros, sino la que que con arte paseaste por Granada, y mirándola a la cara es que como siempre pensé que había que pasar un examen.
Mi mente nunca tejió embrollo ni telarañas, que siempre he sido amigo de las palabras claras y el abrazo franco, y nunca pude, por tanto, ni tan siquiera imaginar esta salida, que a fuer de ser malintencionada y ruin, quedará para siempre en el corazón de los amigos que mandaste, que tendrán que acostumbrarse a tu ausencia.
Me llamaste ayer para contarme lo que mañana dirás al "disco duro", ante un quinto de Alhambra, una ensaladilla rusa y unas albóndigas caseras, al calor del hogar costalero que llevas fraguando desde mil novecientos y pico, qué importa el año, si la amistad se crea en el primer instante para no romperse jamás, y créeme que no he reaccionado todavía, por lo que mis palabras escritas han tardado más de la cuenta. Ningún nombre en esta entrada, que los que pertenecemos a lo tuyo sabemos quiénes somos, y muchos actos, de valía, y de categoría humana ante todo y ante todos; si alguien se iba para siempre, buscando los azules del Cielo, ahí estabas tú, presto al respetuoso silencio, igual que al jolgorio y a la fiesta. Si alguien estaba triste, preocupado, tu consejo y tu alegría lo llevaban lejos, a un lugar donde huele a parihuela y el viento silba marchas procesionales, para hacerle olvidar lo desaires de la vida. Ese "disco duro", de zanco a zanco, llevará orgulloso el nombre de sus capataces de siempre, pase lo que pase, y digan lo que digan, porque tú así lo quieres, porque en tus palabras, siempre dices que ante todo está Ella, por mucho que pensemos los demás...no te voy a decir lo que ya sabes, pero sí te voy a escribir lo que no imaginas, sí yo soy alguien en este ingrato mundo, te lo debo a tí, que me enseñaste en un soportal frío y oscuro de Agustina de Aragón a hacerme la ropa con la que pasear mis devociones. Mis sueños se cumplieron, contigo, esa calurosa tarde de "Amargura" vaticana, lloré a tu lado cuando tu espalda crujió en un desafortunado traslado de vísperas, me acordé de los tuyos cuando volví a Roma a la capilla de nuestros mejores recuerdos, me alegré cuando un ángel de cabellos rubios y mirada azul despertó a la vida, y me enorgullecí cuando me diste la venia para presentar un cartel; me emocioné al verte en mi boda, y pediré siempre a esa Virgen que tanto nos conoce, que me permita devolverte tanta amistad y tanto saber estar...desde el respeto a una decisión tomada, tu amigo te saluda...
(Fuente Fotografía: colección particular de Lolo Valenzuela)
Bonitas palabras aguelo, sin duda eso que escribes es una reflexión en voz alta de todos sus bucaneros, que jamás aceptarán esa decisión. Ahora toca afrontar lo que sea, pero que quede claro que se van por lo que se van, no por nada, quien quiera saber mas que se compre un libro, pero tambien te digo que Dios cierra puertas pero abre ventanas...asi que este año desde abajo, desde su bendito regazo haremos lo que mejor sabemos hacer pasear su Bendita estampa muy orgullosos de lo que hemos sido y muy pendientes de todo...eso ante todo, porque los galones ahi q hacerlos valer ante Ella.
ResponderEliminarElla marca el son que nosotros habremos de seguir, al fin y al cabo, querido hermano, sólo sabemos servirla...
ResponderEliminarEsta noche os echaré de menos.
Un abrazo
Por qué se meterán las cofradías en camisas de once varas...
ResponderEliminarUn Saludo
esa es la pregunta que nos hacemos todos los cofrades cuando las decisiones de la junta de gobierno nos sobrepasan. Si supiéramos la respuesta, o consiguiéramos que vieran las cosas desde otra perspectiva, acaso no tendríamos que lamentarnos de muchas cosas.
ResponderEliminarUn abrazo