las cosas de la Esperanza
Otra vez me tienes "embobaíto" delante del ordenador para desearte la eterna felicidad en tu honomástica, y otra vez es inevitable sentirme culpable por no estar contigo, el día en que todos lo que te quieren van a rendirte pleitesía, Señora de los corazones granadinos. Esta vez, Esperanza, te voy a hablar de lo grande que es tu nombre, y de que tenerlo a él y a Tí por bandera me ha permitido conocer muchísima gente, algunos de ellos seguidores de esta ventana que hoy te tiene como protagonista, y que tiñe de tu color su fondo, como un fanal de Esperanza para todo el que tenga a bien asomarse por aquí. Algunos de esos amigos me dejan comentarios frecuentemente, otros de vez en cuando, y otros no lo hacen, aunque todos se asoman con la misma frecuencia. Uno de esos amigos, me ha hecho hoy un regalo especial, que me ha llevado a sonreir y emocionarme al mismo tiempo, viniendo la emoción de la sensibilidad del mismo, y la sonrisa por ver sobre quién era, y que además ha llegado como agua de Mayo, justo cuando me disponía a escribirte, dulzura del Martes Santo, por tu día.
Hace un rato, he abierto mi correo, y me he encontrado con este presente, en forma de instantánea, y con el siguiente texto: "gruñón, como sé que estás lejos de Santa Ana, te envío un poco de Esperanza, aunque sea en foto"...pues en esa foto, querido Santi, me hablas de Esperanza y de amistad, forjada bajo sus trabajaderas, aunque tú sigas debajo y yo la mire desde fuera.
Felicidades Madre. Gracias Santi...
Le tiene que doler la carita de lo bonita que es... fijo que le duele.
ResponderEliminarno en vano, querido amigo, es la "cara bonita de Andalucía"...
ResponderEliminarUn abrazo