la foto
Cuando llueve, en esas frías tardes de invierno en las que la lluvia y las bajas temperaturas te incitan a no salir de casa, me gusta llamar a mi familia política, aunque para ellos no lo sea, ni para mí tampoco, para que nos abran las puertas de su casa de Atarfe, enciendan la hornilla, improvisen mesas de cualquier cosa, y nos inviten a almorzar lo que la tradición dicta para estos días, esto es,...migas. Yo siempre he dicho que las mejores que he probado son las de pan de mi madre, con su chocolate caliente de acompañante; pero cuando empecé a salir con la que hoy es mi esposa, conocí y saboreé las de harina de su tio, y no tuve más remedio que rendirme a la evidencia, para pan mi madre, para harina Bayo.
Al más puro estilo tradicional, mezclando la harina y la semola aparte, removiendo hasta el punto exacto, y añadiendo melón dulce, pimientos fritos, costillas y, para acompañar y ayudar a que la amalgama culinaria baje por el esófago, un gazpacho clásico y un vinillo del terruño.
Tras el almuerzo, un café al amparo del brasero y una conversación distendida. Hoy hace frío, y me he acordado de ellos...¿os apetecen unas migas?
Mmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmm, que ricas, un buen plato de migas..........
ResponderEliminarNo lo sabes tu bien...jajajajaajaj.
ResponderEliminarUn abrazo José