Luna de miel...
Otra entrega de nuestra luna de miel, otra etapa más en la ciudad de Roma, otra ajetreada jornada, porque si se quiere aprovechar medianamente la visita, hay que andar...lo mismo que bajo los faldones de un paso, cuando se quiere uno asegurar una "recogía" digna y poco sufrida.
En esta ocasión, el paseo vespertino nos llevó de nuevo a la Fontana de Trevi, porque no me canso de verla, y cada vez que la veo me parece nueva, según sea la luz de la parte del día. En la tarde, el color turquesa del fondo de la fuente se hace más patente, acaso tamizado por el sol que se va despidiendo de la ciudad, dejándonos una estampa distinta de la acostumbrada...esta foto recoje la gran desconocida, esa iglesia que se levanta frente a la Fontana, y en la que pocas veces reparamos...
Ir a Roma implica necesariamente pasar por la Piazza Navona, primitivo circo en el que tenían lugar las carreras de cuádrigas, y que por eso tiene las dimensiones que tiene, y esa forma característica. En el centro, preside la archiconocida fuente de los cuatro ríos, de la que se dice que fue colocada por Bernini, cuidando éste en su hechura, que las figuras que flanquean los cuatro lados de la misma, no miraran a la iglesia que se alza en un lateral, obra de un escultor rival del genio italiano. Si podemos apartar la vista un instante de la belleza que nos envuelve, es justo reparar fuerzas en alguna de las cafeterías de la plaza, con un capuccino o una copa tres chocolates, que ya os digo que merece la pena.
Dejamos atrás la plaza por excelencia, a mi humilde entender, de la ciudad eterna, para llegar hasta el Panteón de Agripa, magnífica obra en la que la altura es exactamente igual a su diamétro, y que fue inspiración para el no menos famoso panteón parisino. preside la Plaza un obelisco, con las épicas batallas del personaje que da nombre al monumento.
Via del Corso arriba, giramos la vista un momento hacia la derecha, si vamos dirección Plaza del Pópulo, o a la izquierda si buscamos el monumento a Vitorio Enmanuelle, para observar detenidamente la visión que de la Plaza de España se nos ofrece, y que refleja la instantánea que a continuación os muestro, ya con las primeras luces de la tarde-noche.
Y ya para terminar la jornada, acabamos en la plaza del Pópulo, presidida por obelisco en el centro, con fuentes a los lados y dos iglesias gemelas, una de ellas Santa María del Poppolo, de gran valor artístico. En el obelisco anteriormente mencionado, confluyen tres vías de Roma, Corso, Babuino y Ripetta, que vienen a terminar o a empezar, según se mire, en esta plaza, cuyo obelisco podeis observar en la última fotografía...
La próxima vez, el Vaticano...
Y ya para terminar la jornada, acabamos en la plaza del Pópulo, presidida por obelisco en el centro, con fuentes a los lados y dos iglesias gemelas, una de ellas Santa María del Poppolo, de gran valor artístico. En el obelisco anteriormente mencionado, confluyen tres vías de Roma, Corso, Babuino y Ripetta, que vienen a terminar o a empezar, según se mire, en esta plaza, cuyo obelisco podeis observar en la última fotografía...
La próxima vez, el Vaticano...
he viajado siete veces a Italia,pais que me maravilla....y Roma tiene un "no sé qué" que la hace única....
ResponderEliminarestoy deseando volver....
en la piazza navonna recuerdo una de esas cafeterias que comentas.....se llama "Tre Scalini",donde probé el mejor tartufo del mundo...
cuando pasen las fiestas y lleguen las calores veraniegas es mas que probable que me lance con algo parecido y poner algunas cositas de viajes....
un saludo!
claro que sí Manuel, siempre es bueno compartir con los demás los viajes, porque viendo las fotos, siempre se te ocurren sitios nuevos para ir, o lugares diferentes de los países que ya has visitado.
ResponderEliminarUn saludo desde Granada