Pena...
Pena amarga, pena ardiente,
pena bajo palio eterno, y morado penitente.
Pena que aflije al que mira, pena que nubla la mente,
pena que sufre por dentro, y es consuelo de su gente.
Pena de manto bordado, de corazones latentes,
pena de unos y otros, pena de un Cristo Paciente,
pena que, en Semana Santa, vuelve pasado al presente,
pena de imperial iglesia, pena que nunca nos miente.
Pena de calles añejas, pena de ciudad ferviente.
Pena del barrio que sueña en sus callejas silentes,
pena que sale a la calle y enmudece a los presentes,
cuando su Penas de antaño, pisan su calle de siempre...
HOMBREEEEE, EXTRAORDINARIOS VERSOS PARA ELLA, QUE PENA QUE TOCARAN A LA VIRGEN Y PERDIERA SU ESENCIA DE VIRGEN GRANADINA.....BARBARIDADES QUE NO SE OLVIDAN....GRACIAS ABUELO POR TUS LETRAS Y POR OTRAS COSAS.CUIDATE Y NOS VEMOS PRONTO
ResponderEliminarNo sé porqué tenía la sensación de que te vería por aquí con esta entrada. La verdad es que la Virgen de las Penas siempre ha sido especial para mí, no en vano, aquéllos amigos de la adolescencia de mi hermana mayor, y que a la postre me metieron este "gusanillo" en el cuerpo, fueron costaleros de Ella...
ResponderEliminarUn abrazo