Así son las cosas...

Estaba orgulloso, lo noté nada más verlo a los albores de la mediatarde, en esos soportales que tantas cosas nos han dado, mientras paseaba entre los hombres, puestos en filas de a ocho, seis hombres por fila, hasta completar más del centenar. Estaba orgulloso, pero algo más tenía en el semblante, más serio de lo acostumbrado, dubitativo, con la mente puesta en mil cosas y en el Domingo que estaba a punto de estrenarse. Él hizo lo de siempre, es decir, ultimar los detalles de esos hombres que son los pies del Despojado de Granada, con las directrices a seguir por los zancos, los costeros, los que mandan la cuadrilla desde dentro...pero mientras hacía eso, nos miraba de manera diferente a otros años, sabiendo en su "fuero interno" lo que nosotros no podíamos todavía ni intuir...era un día especial.

Él, cuando terminó de igualar a su gente alta, nos reunió a todos y, antes de que Luis sacara su cámara, nos dijo lo que quizá a esas horas no sabíamos: la crisis había llegado a la cuadrilla; muchos de sus componentes, no pudieron ni siquiera sacar la tarjeta de sitio para llevar al que todo lo puede, así que nos instó a acordarnos de esa situación, de todos los que nos rodean, a los que queremos, que se encuentren así, en el paro, sin más dinero que lo justo para comer y pagar la hipoteca, y ahí ya me ganó. Lo miré como nunca lo había hecho, y el gran hombre que es empezó a salir en forma de palabras, para recordarnos que habíamos acudido a disfrutar del Señor en la calle, y que ese privilegio lo usáramos para acordarnos de los nuestros, los que están y los que no, y así buscar un cable para ellos a través de Jesús Despojado. Sólo él sabe los motivos que le llevaron a hablar así, y puede que incluso notara en nuestros ojos la emoción a flor de piel, por lo que cambió el tercio, y nos recordó que había también cosas alegres, como esos niños que habrán de nacer este año en el seno de esta hermandad de capillo blanco y cinturón de esparto, y me volvió a ganar. Son muchas las cosas que yo tuve que pedirle al Despojado ese domingo azul de Granada, pero seguro que me acordé de todas ellas, en parte, por lo que él nos dijo, por las lágrimas que rompieron su rictus de hombre duro, y lo cambiaron por el del amigo que es y que apreciamos por encima de todo. A pesar de no ser hombre de charlas, ésa nos llegó tan hondo, que el paseo fue diferente...


Fuente fotografía: Lolo

Comentarios

  1. Que bonito, picha, que bonito. Asi están las cosas. Lo importante es que los que lo estuvieran pasando mal, disfrutaran mucho debajo de su Señor. Eso es lo importante.

    Cuidate fiera.

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  2. Disfruraron, Álvaro, porque el Domingo de Ramos se aparcan las cosas tristes, para renovar las alegríasbajo las trabajaderas...costalero es eso, disfrutar...

    Un abrazo

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  3. emotivas palabras de alguien que no suele dar el muletazo mirando al tendido...muchos hablamos de mas, otros hablan de menos, pero cuando el que habla mucho esta callaito y el que habla poco dice cosas como esas se aprecia mucho y algo pasa por dentro...

    Buen domingo de ramos, gracias a todos y en especial a ese que tanto nos conoce y que a veces nos habla con el corazón.

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  4. efectivamente, Lolo, a veces hablamos de más, y es curioso que siempre lo hacen los que más tienen porqué callar. En la semana Santa como en la vida, los humildes están callados, para después decir cosas como estas.

    Un abrazo

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  5. este hombre de negro, corto en palabras y largo en la mirada, ha tenido una cuaresma muy dura como muchos de nosotros, pero la grandeza de las personas esta en los malos momentos, y sobre todo acordarse de ciertas cosas que a otro se le pasarian. Siempre tendremos que aprender algo de el , y cosas que perdonarle, jeje.

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  6. Pues sí, Pepe, siempre. Aunque por suerte para nosotros, son más las cosas que tenemos que aprender que las que hay que perdonar...

    Un abrazo

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  7. A los jovenes nos esta educando,con sus cosas buenas y malas,pero educando y nos esta haciendo mayores

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  8. pues sí, Gonzalo, curtiéndoos en la vida costalera, para haceros fuertes en la otra.

    Un abrazo

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