La foto...
Desde que la Marcha Real acompaña tu "revirá" a derechas para embocar la calle Cárcel Baja, el relevo ya empieza a morderse las uñas, a ponerse de puntillas para ver lo que te falta hasta que estés cerca de ellos; se hablan entre sí, contándose las cosas que van acaeciendo en la faena de la tarde, la mejor y más cuajada de todas ellas, cuando eres Tú la que marca el ritmo de la misma, con finísimo paso de grácil y esbelta señorita. El nerviosismo se viene apoderando desde hace un rato, más que en otros momentos parecidos, y es que aquel que no esté muy puesto en cuestiones "verdes", podría pensar erróneamente que éste es un relevo cualquiera. Ellos lo saben, los que la llevan, y los que la esperan, pues este relevo tiene de todo menos de normalidad. No en vano, éste es el más crucial del recorrido, en él se marca un claro punto de inflexión entre lo que hace cualquiera, y lo que sólo hacen los costaleros de casta; en él, el capataz, además de quitarse el reloj en un gesto simbólico de "no hay prisa, y menos cuando Ella sale a la calle", marca con una mirada casi felina al relevo expectante, reunido en la plaza de Villamena, para decirles..."¿habéis visto cómo viene?, pues ya sabéis lo que toca"...el costalero de Esperanza, sabe que es en éste momento cuando se le empieza a exigir de verdad, cuando ya quedan atrás los momentos fáciles del recorrido, y restan los de categoría, los que han de marcar con clara señal al que puede y al que no, y claro está, nadie quiere estar entre los que no. Todo sigue igual, aparentemente, pero no. La sicología empieza ahora su parte en el inmaculado trabajo costalero, para que Ella vuelva exactamente igual que ha venido, fina, elegante, acompasados sus movimientos al milímetro, sin enterarse un costero de lo que hace otro, y sin que Ella se distraiga de sus mil cosas, que son las mil cosas de la Granada que empieza a esperarla de manera diferente, justo a partir de este momento...
La fotografía, recoge una escena cualquiera, aunque "cualquiera" no puede ser ninguna foto en la que salga la Esperanza, de ese recorrido lleno de momentos estelares, en los que los costaleros que la llevan presumen y sacan pecho por llevarla a Ella, pero en realidad, es a partir de este momento, cuando la Esperanza empieza a estar "cansada" y no podemos dejar que se nos duerma...está la la Esperanza en Granada, y ahí que seguir con Ella, y por Ella...
A todos los que se asoman por aquí, que seguro saben de esto más que yo.
Que bien lo has contado. Ni que hubieras estado en ese relevo... ;)
ResponderEliminarA partir de ese relevo ya se puede soñar con "la Madrugá" debajo de Ella.
Que la Virgen te acompañe y te proteja, abuelo.
No se puede explicar mejor lo vivido. Precioso, abuelo. Muchas gracias.
ResponderEliminara Monaguillo: jajaajajajaja...es que hay cosas que se ven desde fuera...un abrazo
ResponderEliminara El Esperanzo: todos los Martes Santos, Manuel, me voy a verla para poder seguir contando cosas sobre Ella...
Un abrazo