esto empieza ya...
…De pequeño me contaban las imágenes vividas entre las cuatro paredes de su estadio. De las tardes de gloria de ese verde césped, de las voces y los gritos que daban los componentes de una afición de primera, cuando a jugar a Granada venían los grandes entre los grandes. De pequeño, sólo viví en mis sueños aquellos imaginarios encuentros, en los que el equipo de mi ciudad se enfrentaba a los titanes de la liga española, David contra Goliat futbolístico, vestido de rojiblanco…
Después, mis doce años me llevaron a vivirlo por mí mismo, “in situ”, en aquélla mítica caldera que dejara paso a una urbanización de lujo en el centro de la ciudad. Recuerdo cómo íbamos, después de jugar nuestro partido de liga con la Asociación de Vecinos del Barrio Fígares, siempre presente este nombre en todo lo mío, a la general para comprar las entradas que nos dieran acceso al campo en el que tanto habríamos de disfrutar. Recuerdo su entrada, esos blancos arcos que daban paso a la espalda de la tribuna, y recuerdo entrar por los laterales para acceder a la grada, con la “peña del Voltio”, con los amigos de la infancia, y los partidos importantes. Recuerdo cómo mi padre me llevaba los días que no había partido, tras ir a hacer la visita a su amigo Ángel Córcoles, q.e.p.d, y su maqueta de trenes, próximos a la plaza de toros y al estadio, para aprovechar la puerta abierta y acceder al césped, donde nunca ví a un equipo de primera.
Recuerdo tantos momentos, todos buenos, ya que la memoria selectiva me impide acordarme de los malos, el sabor de la victoria con el que volvías comentando la jugada, mientras el urbano 5 te devolvía a casa otro domingo, y corrías a contárselo a los tuyos…”papá, el Granada a ganado 2-1”, y dormías soñando con ellos, con las vivencias de un estadio, con la forma de un escudo, y la grandeza de un nombre.
Todo eso queda distante en el tiempo, pero no en la memoria, que volverá a llenarse de momentos buenos, aunque ya no puedas compartirlo con todos los que quisieras, siempre al lado de esos colores que te han marcado la existencia, aunque hayan estado descuidados en ocasiones. Volveré a saludar a los amigos antes y después de entra al campo, volveré a llenarme de Granada C.F cada domingo, y volveré a enronquecer mi garganta gracias a los cánticos y vítores.
Hoy, a falta de una semana para que el campeonato de liga nos acerque un poco más a la élite total del fútbol nacional, me ha dado por recordar estos momentos, y sobre todo, me ha dado por pensar que no podría haber mejor comienzo de esta nueva andadura que frente al Real Betis en el Benito Villamarín…granadinos y sevillanos, qué grande es el fútbol!!...esto empieza ya...
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