28 de Marzo...


Tal día como hoy, Lunes 28 de Marzo, el día amaneció fresquito, aunque el sol rayaba en lo más alto del cielo, pero Marzo en Granada, cuando le da por hacer frío, lo hace y de los grandes. Aquel día no se diferenciaba mucho de este de hoy, sobre todo en la temperatura, pero hoy no es Lunes Santo y ése sí.


Un pantalón negro, una camiseta negra con cuello a la caja, sobre el pecho en el lado del corazón, una pequeña cruz roja de Jerusalén que identificaba nuestra procedencia cofrade. El costal, con las trazas de entonces, con otras medidas pero de saco, que mojábamos antes un poco en el "patinillo" de la sacristía para que se agarrase bien al palo. Un paso en ebanistería, con pocas cosas que desviaran la vista de la caoba sin barnizar, apenas casi sin tallar, salvo el pelícano que ya dominaba la delantera del paso con su dorado pedestal. Una cuadrilla numerosa, a las órdenes de Juan García Montero, hoy concejal de cultura, que dictaba las pautas a la espalda del colegio Tierno Galván, formando los ocho palos que entonces calzara el pasocristo, en los que mandaba desde abajo mi gran amigo Jose Moreno Ferro. Rostros que componían la cuadrilla, de los que yo era el más joven, acogido como uno más, y con pocos trabajos en su carta de relevos, en la que se podía leer: "4ª trabajadera. Entra: Trinidad, sale: óptica Isol (calle príncipe). Entra: Pie de la torre, sale: Oriol". De esas caras sólo la mía persiste todavía entre los hombres que forman la actual cuadrilla sin haber dejado de salir ni un sólo año, aunque yo ahora sirva a su Madre, pese a que nunca he dejado de ser del Cristo.


De ese año recuerdo, al entrar al paso, un saludo a un amigo de la familia tristemente desaparecido, unas palabras con Toni Pontes; los chicles "bang bang" de fresa en el bolsillo, mi recién estrenada medalla prendida en la faja, el olor del paso, mi sudadera negra colgada de la zambrana, mi primera Tribuna, la escalera para subirse en ella y quitarle el "inri" al Cristo que tuve que llevar sorteando los nazarenos, y que me pareció enorme a mis cortos dieciseis años. La llegada del paso hasta donde estaba, esa vez primera antes de introducirme en sus trabajaderas, las voces de mando de Nacho, Alfredo y Juan, la Virgen en la soledad de la capilla, los bancos de pie en la misma para dejar hueco a los nazarenos, mis padres esperándome en la recogía...media vida ha transcurrido desde aquel día, Lunes Santo de 1994, en el que tuve la suerte de entrar a formar parte de la cuadrilla que hoy sigue siendo la mía, y a la que espero pertenecer hasta que las fuerzas aguanten, media vida junto a Ellos, media vida en san Antón, media vida en hermandad, media vida costalera...


Fuente fotografía: Libro "Granada y el Cristo de san Agustín"

Comentarios

  1. Esta Hermandad es grande por los que la hacen posible. El concepto queda superado por la práctica y la entrada es ejemplo de ello. Si además de encontrar la devoción, uno disfruta del día a día entre hermanos, no se puede pedir más.

    Gracias por la memoria...

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares