Cómo nos hablarían...
Supongo que a vosotros os pasará lo mismo que a mí, cuando invadido por un sinfín de preocupaciones, pequeñeces o no, acudes a Ella esperándolo todo y, después de mirarla, de sentirla muy cerca y haber dialogado con Ella, en lo más recóndito de tu alma sientes que te contesta y te vuelves calle abajo más calmado. Sientes que te contesta, pero...¿y si lo hiciera realmente, con palabras quiero decir?...¿y sí Ella nos hablase como nosotros lo hacemos, con su tono maternal, aconsejándonos sobre los pasos a dar?...descubriríamos entonces que a cada uno le contestaría de un modo diferente, según la parte del barrio en donde residiese. siempre me ha dado por pensar en ello, sobre todo desde que descubrí en ese fantástico libro que no debe faltar en la biblioteca cofrade que es "cómo llora Sevilla" que su autor le hacía esas pregunra a los lectores, para descubrir si era cierto o no que Ellas nos hablan.
En esta tierra, en mi Granada, con ese acento tan nuestro que tenemos, con esas últimas silabas "rajás" que nos hacen totalmente distintos a cualquier otra zona de Andalucía, Nuestra Virgen nos hablaría como nosotros hablamos, y veríamos cómo los pecados nos son perdonados con la jerga albaycinera, al decirnos Aurora o Estrella las respuestas a nuestras preguntas en su acento granadino más cerrado, del Albaycín alto, de Pagés y Plaza Larga, de san Miguel Bajo y santa Isabel la Real, totalmente distinto al de sus vecinas de abajo, Reyes y Concepción, que lo harían con una fina mezcla de centro y Albayzín, propio de su "casapuerta"...¿cómo nos llamaría María del Sacromonte?...con ese tono calé de sus mujeres cuando llaman a sus hijos a su lado. Maravillas y Dolores, Niñas ambas de la Carrera del Darro, o Esperanza, con su vocecita de Señorita de centro; Paz con la impronta de su barrio de Elvira, Consolación y Dulce Nombre, con el sabor de Fígares; Victoria, Amargura, Soledad, Misericordia y Rosario, mujeres todas ellas del Realejo, nos hablarían como se cuentan los avatares del barrio las vecinas de la mismísima calle de Santiago, de Escutia o Padre Ponce de León, de la judería más bonita del mundo en palabras de un genio de la oratoria. Encarnación y Remedios, con el habla cultivada de la mujer universitaria, nos enamoraría el alma con su melodiosa voz, atemperada en los patios de derecho. Angustias con la almibarada voz de influencia nazarí; Luz, Caridad y Salud, con el deje intrínseco a la mujer zaidinera, dueña de su barrio y de sus cosas. Amor y Trabajo, con el habla de la gente del mundo ferroviario, resonando en sus palabras los ecos de los silbatos de las locomotoras, y el sonido inconfundible "viajeros al tren" que antaño marcara el comienzo de la distancia...Triunfo y Alegría nos contagiarían con su risa gozosa y festiva, en contraposición a la voz de las Soledades de santa Ana y los Jerónimos, de tono más pausado y melancólico.
¿y la Niña de escolapios?...tendría, a buen seguro, la jovialidad de la muchacha que estrena todo, su juventud, su carrera, sus amistades; hablaría de forma segura y resuelta, propia de una mujer que se ha educado en las escuelas pías, y dejaría muestras de su señorío y su saber estar por donde fuera. Así se me antoja a mí el acento de las Vírgenes de Granada, así imagino yo que hablarían esas mujeres que nos tienen embargados los sentidos cada vez que nos acercamos a su vera, así me gustaría escucharlas cuando vamos a visitarlas en sus casas; así, con el cariño de un Madre en sus palabras...
¡Otra más que apuntarse! Buena, magnífica... Pero a la entrada le falta algo: hablar nos hablan, con sus dejes, sus acentos, arrastrando ademanes propios. Eso seguro. Ahora, ¿las escuchamos?
ResponderEliminarTomé hace un tiempo por costumbre ponerme en misa de seis de los viernes, mientras don José se dejaba el alma ante cuatro gatos, cerquita de la que Luís Juncal (grande, grande, como toda la saga) le dice MAMÁ. Y me hablaba. La suerte es que entonces la escuché. Si sabremos los dos si la escuché.
Y a veces, entre tanta cornetería y topetazos de martillos, se nos olvida oír cosas mejores. Las que nos cuentas en la entrada...
Qué buena y qué original, abuelo. A algunas simplemente se les adivina el deje por lo que transmiten sus ojos. Piénsalo.
ResponderEliminarMe ha encantado, tio. Así na más.
bien abuelo biennnnnnnnn, la gente elegante siempre,...que me gusta tomar aire de esa ventana tuya para poder elevar al cielo cartujano al mejor de los nacidos...y siempre, siempre a tu vera,..cerquita tuya, q ya son muchos años aguantandonos, conociendonos y queriendonos....
ResponderEliminarSi te postras en el Joyero de Escolapios la escucharás,,,el otro dia fui a verla, Ella siempre nos habla, pero esta vez le hablé yo antes...le pedía cita para un día muy importante y me lo concedió...vuelvo a postrarme ante Ella de negro...jajaja.
un abazo abuelito, tengo cosas q contarte...