Asiento 72: Granada CF 2 - Malaga CF 1




Que este Granada tiene otro aire es una cosa evidente; del Granada timorato de Fabri que se agazapaba en defensa recurriendo casi al contragolpe como única arma poco queda, y el nuevo es más rápido, más fluido, más directo, más sacrificado y mucho más comprometido que el anterior, si bien a Fabri siempre le agradeceré haber visto al Granada en primera. Abel le ha conferido al equipo, por lo menos en los dos partidos que le hemos visto, un espíritu ganador, luchador al máximo, en donde todas las piezas encajan para obtener un mayor rendimiento personificado en la figura de Ighalo, que ha vuelto a destacar como el goleador que todos sabemos que es, reencontrándose con el gol, y a éste con el equipo y el disfrute en la grada. Estamos viendo la mejor versión de Mikel, la de Íñigo, y estamos descubriendo que en la portería hay seguridad después de Roberto, a tenor de las paradas de Julio César sobre todo al cabezazo de Demichelis, y pudimos constatar que el Granada, atacando con más efectivos, crea más juego, le es más fácil llegar a los dominios del rival y, por consiguiente, perfora su meta con mayor facilidad que en anteriores envites, cosa que agradecemos los aficionados.


Todo es alegre en Los Cármenes, poco importa el sufrimiento, el frío en la grada, la tensión y la incertidumbre, si al final Martins sirve a Mikel que, a su vez, habilita a Odion para que éste enloquezca a la grada de tremendo y certero testarazo. Poco importa que una pérdida de balón permita al Málaga hacer una preciosa jugada para poner el empate en el electrónico, si después los defensas hacen de atacantes para que Íñigo López encuentre el premio a su tremendo esfuerzo en forma de gol, de 2-1, y de victoria. Poco importa todo eso porque, después de ciento ochenta minutos en los que nos hemos llevado los "derbies" andaluces, en los que la grada sigue soñando, en los que se lucha para ganar en lugar de para no perder, tenemos la inmensa alegría de haber recuperado al Granada que nos hiciera disfrutar el año pasado en casa, acechando la meta contraria casi constantemente, buscando diferentes recursos y que hasta anoche no habíamos visto en el feudo rojiblanco, a pesar de haber ganado varios encuentros.


Ya sólo queda que algunas de las piezas acaben de encajar, que Jara fructifique su entrega soltando el balón un poco antes para encontrarse con los interminables desmarques de sus compañeros, que vayan desapareciendo ciertos rescoldos de individualismo, que Benítez vuelva a ser el que fue, y ya tendremos un Granada que, después de ganarle al Málaga como lo hizo anoche, me da la sensación de que puede ganarle al que se ponga por delante.


Anoche se recuperaron los Granada - Málaga en los Cármenes, y todo el estadio (locales y visitantes) disfrutamos con un partido vibrante, eléctrico, con ocasiones para ambos bandos y que espero se repitan muchos años más...

Comentarios

  1. No soy muy futbolero, pues soy de esos "egoístas" que sólo ven los partidos cuando España gana, pero con esta entrada me he metido del todo en el estadio. Un fuerte abrazo desde el blog de la Tertulia Cofrade Cruz Arbórea. http://tertuliacofradecruzarborea.blogspot.com/

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