Asiento 72: Granada CF 0 - Sevilla FC 3



Paso atrás el que dió el Granada la tarde del lunes, cayendo derrotado estrepitosamente por un Sevilla que le pasó, sencillamente, por encima.


El choque venía igualado, muy pocos puntos separaban a unos y a otros en la tabla, y muy pocas eran también las diferencias en el juego y en los resultados de ambos clubes que necesitaban una victoria sí o sí, los locales para poner tierra de por medio con un descenso que se acerca cada vez más, y los visitantes para afianzarse en el medio de la tabla y cuajar el sistema que Michel está imponiendo en el club nervionense. Pero nada más comenzar el choque esas diferencias se fueron ampliando, no porque el Granada no buscara la victoria, que lo hizo y bien, creando múltiples ocasiones de gol que el ave fénix Palop se las vió y deseó para desbaratar, no porque Benítez por su banda no se afanara una y otra vez, en sacarle los colores a los defensas sevillistas, no porque el empeño del club nazarí desfalleciera en algún momento, sino porque la diferencia de calidad entre unos jugadores y otros es notoria e irrefutable. Mientras el Granada intentaba en vano perforar la meta de Palop, el Sevilla avisaba una y otra vez con acciones de calidad que pusieron los pelos de punta a los ocupantes de la grada. Borja sacó en la línea un balón repelido por Roberto y, al final, un pase de Reyes valió para que Negredo hiciera valer su condición de artillero, ése que no aparece nada más que cuando se le necesita, para subir el primer tanto con un disparo certero.


En la segunda mitad, el Granada volvió a gozar de varias ocasiones de empatar el encuentro, sobre todo en un cabezado de Uche que éste mandó a la grada, corroborando que la búsqueda de espacios no sirve de nada si la definición es mala. Pero el Sevilla era superior, sus líneas estaban colocadas y era cuestión de tiempo que ampliaran el marcador, cosa que hicieron al contragolpe Negredo y Del Moral, para que éste de tiro raso pegado al poste batiera por segunda vez a Roberto. Ahí murió el Granada, que a partir de ese momento recordó al timorato y desorientado de Fabri, que demostró no tener ideas y que se desinfló absurdamente hasta el punto de que la grada le reclamó en algunas ocasiones algo más de pundonor, pero que si quieres arroz Catalina, porque además, Abel se equivocó en la gestión de los cambios, sobre todo al sacar del terreno de juego a Siqueira, para colocar en punta a Almeyda, Geijo, Ighalo (que sustituyó a un nefasto Jara) y Uche, ya que el equipo se dividió en dos zonas que no estaban conectadas (¡¡¡Martins vuelve!!!) y que permitió al Sevilla andar muy cómodo en el campo, tanto, que Roberto salvó de la goleada al Granada de tantas ocasiones como disfrutaron los visitantes. Con el partido acabado, la grada medio vacía y sonando en el campo los cánticos sevillistas, el enésimo contragolpe del Sevilla habilitó un tres contra uno hacia Roberto que nada pudo hacer por evitar el segundo de Del Moral, y el 0-3 definitivo.


Al final, decepción en una grada que esperaba más del Granada y temor, mucho temor, ante el "runrun" que provoca sabernos a seis puntos del descenso, con dos salidas consecutivas, ante Racing y Mallorca, y a la espera de recibir a un Bilbao en casa que, si la cosa se da como ayer, pinta de color negro el futuro inmediato del Granada. Sólo cabe confiar en que la Semana de Pasión se torne de gloria y sacar los máximos puntos posibles fuera de casa, ya que hasta ahora, sólo ante el Betis se logró lo que parece una misión imposible. Cal y arena, y en las puertas del descenso.


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