De habitaciones...

Yo tengo en mente todas las habitaciones que me gustaría poner en mi casa, cómo estarían decoradas, que objetos habría en ellas y la disposición que, en ellas, ocuparían los objetos que ya tengo y que aguardan en algún trastero el momento de ser utilizados, así como esos otros que habría que adquirir para que todo resultase a mi gusto y, cómo no, al de mi esposa. En mi casa, no podría faltar una habitación dedicada a la lectura, con sus paredes revestidas de estanterías de madera noble en donde descansarían la multitud de libros que he leído y los que habré de leer. Con su mesa central flanqueada por sillones de cuero, y una gran ventana orientada al sur para que la luz natural fuese una acompañante de la estancia. En ella, habría sitio también para un armario, pequeño, tras cuyas puertas se ocultaría el equipo de música, con todos los cds que me han ido acompañando en mi vida, y que han servido para llenar las horas de soledad que he tenido que pasar y que espero concluyan pronto, para así comenzar otra etapa de mi vida que se me antoja fascinante. La luz deberá ser tenue, a la hora de escuchar música, para poder dejar abandonar los pensamientos en el ambiente cálido mientras las melodías te transportan a infinidad de situaciones inventadas. El salón de esa casa, muy luminoso, con los muebles justos y dos ambientes separados, claramente, por la diferencia de estilos que existirían entre el mobiliario del salón, más señorial, y la sala de estar, más acogedora y funcional, con cuadros, fotografías y jarrones con flores, que siempre dan un toque de habitabilidad a la habitación que ocupen. Los dormitorios, grandes y espaciosos, para utilizarlos siempre y en todo momento, convirtiéndolos en esos lugares en donde transcurra la vida de los ocupantes, a ser posible, niños y niñas, que den alegría a la casa y a los que la moren. Debe haber una terraza en la que abandonarse en verano al "fresquito" de la noche granadina, con una mesa y sillas de mimbre, con sus cojines blancos, para sentarse cómodamente y disfrutar de la compañía de los amigos, ya sea degustando una buena carne sobre la piedra que me regalaron para reyes, o tomando una copa mientras charlas con la familia...

No es mucho, pero tampoco banal, lo que tengo imaginado para la casa que me gustaría hacer mía, por lo que estoy dispuesto a que alguien me de señas de dónde puedo encontrarla...aunque mientras espero que llegue, siempre me queda ir a la casa de mi hermano, que siento como mía, y en la que se va consiguiendo dar sentido a las habitaciones que habrán de ser para toda la vida, cuidando con buen gusto cada detalle y haciendo de cada habitación un fiel reflejo del estilo de los dueños. Tal es el caso de esta que os muestro, con su permiso, y que hice hace poco, porque siempre que voy a su casa paso un rato sentado en esta habitación, como buscando ideas para decorar las mías y escuchando las historias que me cuentan los sillones en los que se sentaran, no hace mucho, mis abuelos...

Comentarios

  1. Te compro parte de esa casa; pero sobre todo, te indico que la inmobiliaria que te la venda, sólo la puede ofertar en un sitio... No se me ocurre otro, hermano: EN MAMÁ GRANADA.

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  2. que lo sepas David, no hay mejor sitio para tenerla que en los brazos de "mamá"...

    Un abrazo

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  3. Buena descripción de la casa que deseas amigo, me ha encantado el cuarto de lectura. Conforme iba leyendo, me parecía que me acomodaba en él. Un fuerte abrazo desde el blog de la Tertulia Cofrade Cruz Arbórea.
    http://tertuliacofradecruzarborea.blogspot.com/

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  4. Pepe...acómodate lo que quieras que estás en tu casa...

    Un abrazo

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