Zurdo...


Nací así...agarrando las cosas con la mano izquierda casi desde los primeros meses de vida, y ya empecé a crearle un "trauma" a mi abuela que veía en ello una relación con lo demoníaco, cosa que chocaba con la amplísima tradición católica de mis ancestros, lo que la llevaba siempre que estaba en su casa (que no eran pocas veces) a intentar enseñarme a manejar la derecha, por lo menos y momentáneamente en cuanto a la escritura se refería. Pero no lo consiguió...

Nunca encontré en mis padres, empero, una oposición a que mi mano izquierda fuese la dominante en todas las situaciones de mi vida, si bien con el tiempo aprendí, por comodidad, a hacer algunas con la derecha que me resultaban más fáciles. No sé si eso es normal en los zurdos, pero el caso es que hay cuatro cosas en que manda la diestra sobre la que campa a sus anchas en mis quehaceres diarios. Como digo, nunca encontré oposición aunque mi madre sigue sufriendo cuando vierto la leche caliente sobre los estáticos vasos, y se asoma el nerviosismo a sus labios al decirme que la deje a ella, que le da "no se qué" verme con mi mano "tonta", y es que creo que no ha llegado a comprender que mi izquierda es igual de tonta que su diestra, con la que ella realiza todo.

En el colegio, empezaron a aparecer algunos problemillas, siendo como era el único zurdo de la clase, ya que mi codo se encontraba con el de mi compañero de pupitre cuando escribía, o cuando realizábamos dibujos sobre las amplias cartulinas, llegando a tener trifulcas con ellos que las monjas nunca supieron evitar, ya que no no cayeron en que todo podía solucionarse si yo me sentaba a la izquierda de la verde mesa, y no a la derecha como se empeñaban en colocarme. Así, desde párvulos a sexto de EGB, transcurrió mi época de estudiante en el Rosario, siempre a la derecha de los bancos estudiantiles, y siempre regañando con el o la de al lado...

Ya en el Seminario, aprendí a susbsanar los problemas que me había encontrado en mi anterior etapa, intentando colocarme de manera que mi mano izquierda quedara alejada de la diestra de mis compañeros, aunque aparecieron otros problemas derivados de mi escritura primero, y de la rapidez con la ejectuba después, que me llevaron en no pocas ocasiones a tener que repetir dictados, a copiar cien veces en un folio "debo escribir de manera clara" y a tener que aguantar lo difícil que le resultaba a mis profesores descifrar mi "letra de zurdo", y es que si hubiesen invertido la mitad de tiempo en intentar leer mis exámenes, que la empleada en sermonearme, quizás nos hubiéramos ahorrado bastantes discusiones. Este problema, sin embargo, no apereció en la facultad, y es que me da a mí que en ésta o bien estaban  acostumbrados a todo tipo de letras, o bien ese factor no importaba tanto como en el colegio, más destinado a superar con nota la maldita selectividad para no emborronar su expediente, que en hacernos mejorar algunos aspectos de nuestro día a día.

Hoy día, he tenido que convivir con multitud de utensilios sólo para diestros, como tijeras, cuadernos, pupitres, plumas y, más recientmente, ratones para el ordenador, que me hacían luchar a diario con las cosas a fin de poder llevar a cabo mis tareas; pensareis que exagero, pero os aseguro que es difícil intentar adaptarte para utilizar objetos que no están diseñados para una postura natural si los usas con la mano equivocada, que por supuesto, es la derecha...afortunandamente, todo lo demás he podido realizarlo sin problema, salvo llevarme la tinta arrastrada por los folios, para lo cual hacemos verdaderos escorzos encima de la mesa, e incluso algunas de las amigas que tengo ven como algo bello el que sea zurdo, entre ellas mi esposa, que después de leer esta entrada, deseará seguro con más fuerza que nuestro hijo/a salga zocato/a, como decía mi abuela... 

fuente fotografía: www.pazyconflictos.blogspot.com 

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