Photowalk...
Podríamos decir que un "photowalk" es un paseo en el que se hacen fotos, pero el domingo pasado descubrí que es algo más que eso. Como alternativa al 1-1 de España contra Italia que dejó la ciudad sumida en la más abosluta calma, prácticamente fantasma, me dispuse a acudir a una cita a la que nunca antes me había imaginado que podría asistir. Una actividad de la que me habló mi compañera de trabajo y que ella misma ya había realizado y que resultó ser gratificante.
A muchos nos gusta la fotografía, soñamos con esa foto perfecta que no puedes dejar de mirar y casi todos tenemos el equipo necesario para lanzarnos a la calle y realizar fotos hasta aburrirnos (cosa que no ocurre) y/o aburrir a los demás (que es lo más posible), pero no todos lo hacemos. La mayoría de las veces por falta de tiempo, otras por falta de ganas, e incluso por falta de una meta que te lleve a fotografiar algo determinado, así que en no pocas ocasiones la cámara descansa en su funda y ni siquiera hemos llegado a manejarla, al menos, con soltura. Yo me incluyo en estos casos, si bien siempre que tengo oportunidad me cargo la cámara y el trípode y me dedico a hacer fotos(generalmente en los viajes que he ido haciendo), aunque el domingo aprendí que se pueden hacer fotos de cualquier cosa y que no necesitas tener un monumento delante, o una paradisíaca playa, o a las más guapa de las modelos, ya que en cualquier parte de la ciudad hay fotografías escondidas esperando a que tú las saques a la luz. El domingo, de manos de Felipe Passolas, dí un paseo por Granada que empezó en la Plaza Nueva hacia los bosques de la Alhambra, para bajar por la Cuesta de los Chinos y la Carrera del Darro, en el que hice fotos, aprendí composición, trucos y técnicas, disfruté de la ciudad y aumenté, más si cabe, la tremenda afición que tengo por este mundo de la fotografía heredada, en parte, de mi padre.
En un ambiente distendido, Felipe nos contó alguna de sus muchas experiencias, nos invitó a hacer fotos de cualquier cosa para que comprendiéramos que la fotografía, a veces, no es sólo una cámara réflex y un buen objetivo, y que con cámaras compactas pueden llegar a hacerse hasta exposiciones, y que hay que animarse a pasear por las ciudades, buscar nuevos ángulos, nuevas perspectivas de los mismos sitios de siempre, subirse a los bancos, ponerse a la altura de los gatos y, sobre todo, disfrutar de todo lo que se desencadena cuando enciendes la cámara y enfocas. Ni que decir tiene que repetiré, que le mandaré mis fotos para que me las corrija, y que desde aquí os animo a acompañarnos en la próxima ocasión, pero mientras tanto, os dejos algunas de las fotos que hice y que podéis ver aquí.
Interesante actividad, mezclar un paseo por los rincones de nuestra bella ciudad con una afición como es la fotografía. Se admiten profanos en la materia??, a aquellos que todavía ponemos la cámara réflex en automático???.
ResponderEliminarPor supuesto que sí!!, de hecho hay gente que va con cámaras compactas. Lo importante es aprender un poco de todo,...cuando quieras sólo tienes que decirlo.
ResponderEliminarUn abrazo