Luna de miel...
Por fin, la última parte de nuestra luna de miel, nos llevó a Venecia...dejamos esta ciudad para el final porque teníamos muchas referencias suyas y queríamos permanecer en ella más tiempo; sabíamos que nos iba a gustar porque son varias las personas que ya habían viajado hasta Venecia, y cada una de ellas traía perspectivas diferentes de la misma. Dos cosas teníamos claras, había que recorrerla de noche, y debíamos hacerlo sin prisa.
La magia de la ciudad y la cámara de fotos hicieron el resto, espero que os guste el resultado fotográfico de esta atípica ciudad que colmó todas nuestras expectativas...
El Gran Canal, impresionante desde cualquier ángulo de la ciudad, tal es el bullicio que presenta, ya que es la arteria principal de la misma. Une todos sus puntos, y por él navegan a diario vaporettos, góndolas y taxis, junto con las barcas privadas y las que se encargan a otras funciones, tales como ambulancias, barquazas dedicadas a recoger el cascajo de las obras, etc...eso sí, si os vais a subir a una góndola (que es necesario) hacedlo lejos de él, ya que resulta más impactante hacerlo en los recorridos que existen dentro de los muros de Venecia junto a sus íntimos canales.
Tranquilidad de un canal a media tarde. La luz de sol que se esconde tras los edificios y el reflejo de los mismos sobre el agua quieta invitan a la calma, cosa que se enecuentra en cualquier sitio alejado de los canales colindantes con los principales puntos de Venecia, esto es, San Marcos y Rialto, cuya proximidad será delatada por el murmullo de los miles de turistas que recorremos la ciudad en cualquier instante.
Un restaurante...en Venecia hay numerosos restaurantes, pero éste nos gustó más que otros; en primer lugar porque la camarera lo hacía todo cantando, en segundo lugar, porque sólo hay cuatro mesas en su interior y, en tercer lugar, por la calidad de su especialidad...spaghettis; no sé si estaban realmente así de buenos, o es que a nosotros nos supieron a gloria por ser los últimos que comimos en Italia...
Entre los canales, encontramos también tierra firme, sobre todo en los accesos a las casas. El pozo que hay en medio, ahora un mecetero, era el que antiguamente abastecía de agua a las viviendas que lo compartían, y que hoy día suele ser un vestigio de otros tiempos. No obstante, en lugares apartados, todavía siguen haciendo su función.
El puente de Rialto de noche...Venecia de noche tiene un encanto especial más que recomendable, aunque en algunas ocasiones, sobre todo en la oscuridad de los canales, el golpear de las barcas contra los muros de las casas nos hagan dar un salto al sorprendernos; más que recomendable, recorrer Venecia al amparo de la noche es una obligación...
seguiremos paseando por Venecia!!...
Vaya fotos bonitas. Qué buenos recuerdos me trae Venecia. Algún día volveré :)
ResponderEliminarAvísame cuanod lo hagas, lo mismo hasta volvemos juntos...
ResponderEliminarUn abrazo
Precioso final el de tu Luna de Miel amigo, y la forma en la que lo has relatado es muy bonita. Me trae muy buenos recuerdos, pues hace unos años mi mujer y yo estuvimos por allí, es una ciudad impresionante. Un fuerte abrazo desde el blog de la Tertulia Cofrade Cruz Arbórea.
ResponderEliminarhttp://tertuliacofradecruzarborea.blogspot.com/
La verdad es, querido Pepe, que no hubiese imaginado mejor forma de acabar mi viaje de novios...
ResponderEliminarUn abrazo desde Granada