Septiembre


Se marchó Agosto, ese mes del año que tan poco me gusta por multiplicarse el trabajo y las exigencias, al mismo tiempo que merman la educación y la paciencia, mientras la costa se llena de alguna gente que, las más veces, sólo la entienden para desatar sus instintos sin pararse a pensar en las consecuencias...de agosto me gusta su final, que empieza a llegar con el veinticinco de san Luis, día que ocupa a mi familia desde hace tres generaciones en desearnos felicidades mutuamente desde el vidrio empañado de la nostalgia, y con ese final empieza a renovarse mi vida, no sólo por la proximidad de las merecidas vacaciones, sino porque con Septiembre llegan algunas de las cosas más bonitas del año. En Septiembre disminuye el calor, por lo que podemos dedicar tiempo a pensar con más tranquilidad a los que nos dedicamos a ello con frecuencia; se alejan los tediosos días de olas de calor y altísimas temperaturas, y se acerca, poco a poco, el otoño que tanto me gusta. En Septiembre vuelve a recorrer las calles la patrona de Granada, se vuelve a repetir la historia de acerolas, tortas de cabello de ángel y azúcar, de promesas hacia la Virgen en forma de caminata desde el extrarradio o la periferia más cercana a la ciudad, y la basílica recoge sus bancos para que lo único que se siente en su interior sean las miles de oraciones que los granadinos le dedicamos a las Angustias. En Septiembre mi padre cumple años (felicidades papá), Granada está increíblemente bella, Los Cármenes abren sus puertas nuevamente y el optimismo se asoma por los resquicios de esta Ventana que vuelve, una vez más, cuando el mes comienza su andadura, como vuelve a inundar la Vega el aroma a nardos que tanto me evoca. 

Es Septiembre, y las ilusiones se amontonan en éste que os escribe cuando sólo faltan tres meses para tener a mi hija, D.m, en mis brazos, que casi prefiero no hablar de ello por si me alargo en exceso. Que disfruteis de este mes, renovadas las pilas tras el período vacacional, el que lo haya tenido, y el que no que se consuele sabiendo que todo empieza de nuevo a renacer, ahora que el verano está a punto de expirar, dejándonos en su final un abanico de nuevas perspectivas...

ay, Septiembre, qué ganas tenía de que llegaras...

fuente fotografía: www.bibliofiloenmascarado.com

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