Ya estás protegida...

¡Qué afortunada eres!, amor mío; apenas llevas veinticinco semanas en el vientre de tu madre y ya eres la persona por la que más ojos velan día y noche. Desde la primera noticia de que ibas a existir, las manos de tus abuelas se transformaron en verdaderas industrias textiles para que no te falte de nada la próxima Navidad, en la que me llegará el mejor regalo que hayan podido hacerme nunca, y gracias a ello ya inundan la casa juegos de botines, gorros y rebecas, telas para faldones, y un sinfín de ropitas que habrán de cubrir tu cuerpecito el día que tengas a bien iluminar nuestras vidas con tu presencia. El frío de Granada no va a hacer mella en tí porque, como te digo, ya tienes suficientes "capas" que te protejan de las inclemencias meteorológicas propias de la estación en que vendrás al mundo, así que no tendrás porqué precuparte.

Tus tíos, además, no hay día que no nos llamen para entregarnos un regalo para tí ya que también te has convertido en la locura de mis hermanos, así como de la de tu madre, y sus primos aprovechan cualquier momento para hacernos saber lo felices que les hace la noticia, por lo que es mucha la familia que ya cuida de tí, haciendo cábalas acerca de cómo te repartiremos cuando tengamos que ausentarnos tu madre o yo, por cualquier circunstancia, y no sabes la tranquilidad que da saber que siempre tendrás, a partir de ya mismo, una cama en la que dormir cuando no puedas hacerlo en tu cuna.

Todavía no estás aquí, y ya nuestra vida ha cambiado radicalmente; cambios físicos, algún día verás lo "gordita" que está tu madre; cambios en la casa, que está siendo renovada de cabo a rabo para que pueda entrar el armario donde irá toda la ropa que te he dicho antes, así como la cuna, el cochecito (cuya elección nos está volviendo un poco locos); cambios en los proyectos ya fijados, y en los que tenemos preparados fijar contigo, cuando puedas participar de ellos...cambios en mí mismo, y en tu madre, que pasaremos de ser un matrimonio joven sin más preocupaciones que las propias de la rutina, con plena libertad de horarios y movimientos, para ser unos padres de familia que habrán de cuidar de que a tí no te roce ni el aire, como me escribió un amigo, y eso a veces nos preocupa, ya que no tienes manual de instrucciones...

Además de toda la familia, querida hija, tienes a tu servicio una legión de amigos de tus padres que son tus tíos también, por derecho propio, y porque así lo quieren ellos y nosotros, que no paran de llamar y preguntar cómo va todo y de decirnos que están deseando verte ya, sabedores de que su alegría es nuestra alegría, y de que lo que nosotros sentimos por tí, lo sienten ellos también, lo han sentido o lo sentirán muy pronto, aumentando así esta gran familia que formamos todos...eres afortunada, no sólo por ser "terrateniente", ya que dispondrás de casas que llamarás tuyas en Sevilla, Alhendín, Almuñécar, Armilla y Afán de Ribera; en Frailes y Alminares, sino porque gracias a los dueños de esas casas, tu también estás protegida. Para muestra, el botón de un regalo que llegó el sábado desde la misma Carretera de Carmona, con un "toto" rosa que, en Granada, el toto es un lazo para el pelo y, grabado en el plateado metal, un nombre con una cara en relieve que a tu madre y a mí nos hizo casi derramar lágrimas de la emoción...con ese regalo, hija mía, merced al amor que tus tíos te tienen, nunca te encontrarás sola...
 

Gracias, Delfín y Desi, por acercar a nuestra hija a la Esperanza...
 

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