La vida...
Alarmado por el contínuo golpear de las situaciones diarias, es inevitable que no sólo el que os escribe, sino un amplio porcentaje de las personas que leéis esta ventana, se sienta bajo de moral o de ánimos, o de lo que queráis llamarlo.
Desde temprano en la mañana, las noticias de Antena 3 con las "chicas noticieras" como a mi mujer y a mí nos gusta llamarlas en la intimidad del hogar, la mente humana sufre una paliza tremenda que a no tardar va a dar con nuestros huesos en la lona, en un "Knock Out" cada vez más próximo aunque menos esperado. Desde la pequeña ventanita del televisor, la actualidad convertida en un "caso" casi contínuo, nos asalta desproporcionada con un sinfín de desgracias que nos machacan, un día sí y el otro también, hasta hacernos olvidar la de cosas buenas que tenemos, y que nos deben ayudar a luchar sin desmayo por ellas. Desde unos desalmados que venden sin proporción alguna entradas para una fiesta de "Halloween" asentada a sangre y fuego en nuestra "tradición" y que ha supuesto, a la postre, otra más de las catástrofes humanas a las que nos venimos acostumbrando, insensibilizando alma y espíritu lo más que podemos para que no nos afecte en demasía...parricidios, violaciones, asesinatos de bebés a manos de sus madres,...son tantas las cosas que nos invaden que es raro que no miremos a ambos lados de la calle antes de poner el pie, o que no caigamos en la locura ante el bombardeo de temores y peligros a los que estamos expuestos a diario. Me da miedo esta situación a la que estamos llegando, no sólo por la seguridad de mi esposa, la de mi familia o la mía propia, sino ante la próxima llegada de mi hija, que me hace ponerme en el lugar de ésos que han tenido que reconocer, impotentes, los cuerpos sin vida de las suyas. Me da miedo, porque ya estamos llegando a un perfeccionamiento en los asaltos a casas, a personas, con extremadísima violencia, y que te hacen pensar que en cualquier momento puedes ser tú el que te veas en alguna de esas situaciones para las que, creédme, no estamos preparados.
En esta sociedad actual en la que las medidas sólo afectan a los pobres, o a la castigadísima clase media, la gente se enfrenta, además, a una economía disfrazada de campo yermo, en el que no hay brotes verdes por mucho que reguemos, y en la que los deshaucios también se clavan hondo en el corazón de los desplazados, robándoles, además de la casa, la dignidad que aun les quede en el alma. Esta actualidad catastrofista y cruel, despiadada y pusilánime, golpea por igual a todos los que no tenemos la cartera bien repleta, y por ende no podemos comprar nuestra salud, nuestra vivienda o nuestra vida...todas las mañanas son cualquiera para aquellos que no tienen ilusiones, quebradas cuando su trabajo se acabó, y sin más inquietudes que las de sobrevivir hasta que los tiempos mejores digan de venir, si es que los peores no se los llevan por delante.
Pero por suerte, tenemos la música para olvidarnos de todo, al menos, durante el tiempo que ésta dure y quiero pensar que hay solución para casi todos los avatares de la vida, un bálsamo para todas las heridas, y una luz pequeña, tenue, pero luz al fin y al cabo, al fondo de este túnel en el que llevamos tantos años circulando...la vida, a pesar de todo, es demasiado bella para despediciarla, demasiado impredecible para anclarse sólo en lo vivido, y demasiado especial para no sonreirle cada mañana...al final de todo, los buenos recuerdos, los bonitos, los especiales, son los que hacen fuertes los cimientos de la vida que, como dice esta canción, es simplemente, vivir...
Totalmente de acuerdo. Da miedito poner la tele o escuchar la radio por la mañana, pero es lo que hay.
ResponderEliminarVerás tu cómo os tiemblan las carnes cuando además le veais la carita a quien está por llegar...
Hay que adaptarse, no hay otro remedio. Un beso grande a la familia completa.
Por ella precisamente me entra el pánico; pero como tú dices, es lo que hay, y seguro que, al nacer, junto al pan debajo del brazo, llegará un cargamento de fuerzas...
ResponderEliminarOtro abrazo de vuelta