Volviendo...
Volviendo a empezar. A volver a sentir las mismas cosas de antes pero salpicadas de nuevas sensaciones que hacen que todo sea igual, mas diferente. Este año me enfrento a las mismas "igualás" a las que llevo asistiendo desde hace veinte años, algunas sin interrupción, algunas suspendidas durante un período corto de tiempo que me ha hecho madurar y ver las cosas de la única manera posible, a través de los ojos de mis titulares, que son los que mandan y ponen orden en todo lo que me atañe a mí, y a sus cuadrillas de costaleros.
Volviendo a vivir, ¿por qué no?, axfisiado por el sofocante calor del verano, apartado de la Navidad por motivos ajenos a mi voluntad, sólo me queda entregarme a esta vida que empieza cada vez que el capataz roza mi cerviz para ubicarme en ese sitio en el que me siento yo mismo, siempre. Este año las cosas pintan diferentes, las "igualás" van dejando entrever por el costero que los años pasan y que ya pocos quedan de los que alguna vez fueron como tú, y te ves sólo, incluso rodeado de gente, pensando en que cuando los kilos vengan, poco importará si quien está a tu lado te conoce o no. Cansado ya de dar explicaciones, de responder a preguntas sin respuesta, hago balance de los pasos que he sacado, y de los que ya no sacaré, ya que tiene poco sentido hablar de futuro cuando el presente es el que priva, y me centro en las que saco, en las que me van a permitir "purgarme" enterrado en kilos (gracias Álvaro por la expresión) y puede que despedirme dignamente, muriendo con las botas puestas a lo Errol flynn, de este mundo que tanto me ha dado y al que tan poco le he pedido. Lo he hecho todo, disfrutar como un niño chico bajo un misterio con "cambios" a los sones de una agrupación musical; rezar con los pies bajo dos pasos de silencio, a cual más distinto, siendo los dos de la misma hermandad; he compartido sufrimiento con mi compadre Lolo revirando el misterio cartujano una tarde de Passio Granatensis; he visto el sol romano incidir en la cara de mi Virgen, y he subido la Carrera del Darro dos veces bajo dos pasos diferentes, y he sido los pies del Señor cada Jueves de Corpus y todo lo que he hecho, todo lo que he aprendido, espero que me sirva ahora que me toca hacer otra cosa diferente y para lo que no sé si estaré preparado.
Mañana volveré con los míos, reclamado por los que han contado conmigo para sus cosas importantes, para volver a abrazarme con ellos, la gente junto a la que he pasado algunos de los mejores momentos de mi vida, y aunque todo sea diferente, gracias a ellos, todo será como siempre pero en distinto sitio...
Hermanos, mañana nos vemos, en una de las calles más cofrades de esta tierra, para dar forma a la cuadrilla de hombres que serán los pies de María Santísima cuando se asome desde los Basilios...esperadme, que sí voy...
Fuente fotografía: www.fotos.miarroba.com
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