El tiempo, desde casa...
El tiempo nos habla de estados de ánimo, de alegría si es soleado el día o ha nevado, y el manto blanco cubre hasta las risas de los niños que juegan sobre él; de melancolía si es un día oscuro y lluvioso, o de incertidumbre si la niebla opacifica con su tupido cubretodo la visión de nuestro alentador futuro. Las estaciones se suceden y nos dejan multitud de días diferentes para poder disfrutar de ellos desde el sillón de nuestro salón, mirando a través de la ventana, o saliendo a las calles a pasear, ya que no hay tiempo desapacible para que el que tiene ganas de vivir.
Hoy os traigo unas imágenes de un tiempo que se fue, ya que la perspectiva que capta el objetivo es desde un salón que ya no habito, de una casa que ha llenado seis años de mi vida y en la que he vivido, valga la redundancia, entre otras muchas cosas, el nacimiento de mi hija, sus primeros pasos, y su despertar a la vida. Por eso, estas imágenes, para mí, no serán nunca simples fotografías, sino un diario al que asomarme cuando quiera para poder revivir todo lo que ellas ocultan. Desde mi ya clausurado mirador, pude fotografiar, alguna vez, el tiempo que decoraba con sus colores el paisaje de mi temporal barrio y hoy, como os digo, os muestro esos colores, los del tiempo, desde casa...
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