Historias...
Las historias de amor van, en silencio, por caminos de palabras musitadas.
Van surcando los caminos de la risa, de las manos, que se rozan, descuidadas...
Viven de las frases que no dicen esos labios que se beben las miradas;
Sueñan, por lugares escondidos, con caricias y pasión desordenadas.
Pasan, sin querer y sin frenarlas, de manera fugaz y desatada
para luego dormirse en el amparo de una tarde en cualquier calle de Granada.
Van surcando los caminos de la risa, de las manos, que se rozan, descuidadas...
Viven de las frases que no dicen esos labios que se beben las miradas;
Sueñan, por lugares escondidos, con caricias y pasión desordenadas.
Pasan, sin querer y sin frenarlas, de manera fugaz y desatada
para luego dormirse en el amparo de una tarde en cualquier calle de Granada.
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