Junio...
Empiezo a soñar un Junio distinto, en el que el silencio en marcha se torne, en que la Magdalena y san Juan te esperen en casa para dejar que Tú vayas, sola, al encuentro de tu gente. Empiezo a soñar y verte entre el incienso, cuando a tu cara le llegue la luz de la tarde, y me pregunto si sabré reconocerte bajo un palio que evoca, chicotás de otros Lunes que ya quedan distantes. Quiero que llegue la tarde calurosa en que tu salida no suene a llanto y a muerte, que salgas a Granada, que te sientas hermosa, y que brote tu sonrisa y que la música suene...quiero que tu nombre no se pronuncie en silencio, como en las noches de marzo que transcurren silentes, sino que todo se convierta en noche de júbilo, y no lloren los pabilos su cera penitente. Que Junio nos reúna para celebrar contigo, veinticinco septiembres que llevas con nosotros, y que tu gente le preste a los que un día fuimos, un huequito en la gloria para poder mecerte...
llevo soñando esto desde que el Lunes Santo, cerró sus frías puertas hasta el año que viene, llevo soñando despierto con el Junio que espero, aunque no sé si quiero que llegue realmente. Quiero soñar, y sueño, porque tu Hijo lo quiere, con veinticinco años nuevos para rezarte siempre, para seguir mirando reflejada en tus ojos, la vida de hermandad que tu cofradía tiene. Déjame, Madre Mía, soñar con el verano, que el que sueña te siente más cerca todavía, y que esa tarde única de marchas tras tu palio, se renueven los "votos" que te hiciera aquel día en que quisiste unir, por siempre, tu historia con la mía...
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