sin lógica...
Nos empeñamos en buscar la felicidad en las cosas materiales de este período, indefinido en el tiempo en el que las realidades van anulando a las ilusiones, que es la vida, desoyendo las voces que nos hablan de que ser feliz es una actitud; no existe la felicidad, no nos empeñemos, está en nosotros, y en cómo afrontemos las cosas que hacemos. Nos pasamos los años esperando que venga un tren al que subirnos, ése que pasa sólo una vez, pero lo cierto es que estamos tan cegados, mirando al horizonte por si lo vemos venir, que no caemos en que lo estamos esperando en una estación fantasma por la que los únicos trenes que pasan son los del olvido, mientras obviamos una mano que nos acaricia y nos necesita para ser su guía en este mundo...
Hay que ser feliz, tenemos que ser felices, no por nosotros, sino por los demás, para que ellos sepan que forman parte de nuestra felicidad y que no piensen que lo que hacen es inútil...una pareja estable, unos hijos maravillosos, un trabajo, tiempo libre,...a veces esos pilares tan importantes no son para nosotros más que tabiques insignificantes sobre los que se sostiene una vida construida esperando lo bueno del mañana...hoy es mañana, no hay loterías, no hay tiempos mejores que no sean los que vivimos junto a los nuestros, cada día; no hay otra vida futura en la que tendremos mejores cosas, aunque la esperanza sea lo último que se pierda. Después, cualquier tarde, te asomas a internet y una noticia te hiela los huesos, una foto te sobrecoge, y comprendes que la mayor felicidad es poder darle un abrazo y un beso enorme a tu hija al despertarse, mientras ves el dolor desgarrador de un padre diciéndole adiós, definitivamente, a la suya...
Maldito cáncer, maldito seas mil veces...
(a Jessica Whelan, y a su familia, con todo el dolor que me cabe en el alma)
(Fuente fotografía: https://es-es.facebook.com/Afightagainstneuroblastoma/)
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