Todo lo que en su vida ha amado...


Ella es "blogger", claro, no por vocación ni por convicción, pero es el resultado de la rabiosa actualidad que demanda a las "influencer", cada día, su vital dosis de zapatos "cool", camisas y blusas "top" y pantalones y bolsos "lo más" que las "it girls" de moda le van sirviendo en su "smartphone". Lo grave no es que se esté quemando la vista estando todo el día pegada al teléfono, o que su casa tenga detalles de las antes mencionadas "it girls", sino que la belleza estereotipada y sólo al alcance de niñas "monas" (o eso creen) y adineradas le esté quemando la moral y hasta la autoestima.

Ella se levanta tomando en el desayuno un plato de lo que ellas han hecho el fin de semana y se bebe, sorbo a sorbo, mecánicamente, un vaso lleno de fotos maravillosas en las islas más "chic" del momento, a donde ha ido a pasar la chica el fin de semana con su perfecta familia. No lo critico, ellas se ganan  la vida, pero a ella se la están quitando y no se entera...No le gusta su ropa, porque no hay tendencia en el ropero, no le gusta su casa, porque en el "instagram" de "Pitita Repuca" no hay nada que se le parezca a lo que, con tanto esfuerzo, han construido su marido y ella, que ahora nada en las aguas de un olvido próximo, brutal y descorazonador. Dicen las noticias que los móviles están causando adicción entre nuestros jóvenes, hasta el punto de que les crea ansiedad no poder mirar las redes a cada rato, perdiéndose con ello no sólo las horas del necesario estudio que alimenta la mente y nos hace libres, sino la vida que hay a su alrededor, las sonrisas y los besos, y la forma en la que el sol entra en el salón llenándolo todo de armonía. 

Ella almuerza con "pinterest", se acuesta leyendo la revista "El mueble" y desoye las palabras de quién la mira, en esta nueva anorexia de nuestra época en la que el plato de comida ya no lo desprecian, pero no les alimenta. Quizá la única manera de hacerla de nuevo suya sea hacerse un blog en el que su hijo vuelque sonrisas y abrazos en sus "posts", que contenga vídeos de lo que han hecho el fin de semana en el parque de al lado de casa, en el que se vea cómo su pequeño, que se está haciendo mayor, se mancha los dedos y la boca con el chocolate de un "kinder"...la sorpresa, digo yo, será que su madre los lea...  

Llevo escuchando un tiempo a un cantante español algo así como "todo lo que en mi vida he amado, es una canción, un teatro, y a ti"...ella, algún día, a lo mejor podrá reencontrarse con esa mujer que fue, y recordar todas las cosas buenas que se le han ido escapando de las manos, es decir,  "todo lo que en su vida ha amado"...

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