Cosas de blog...
Ella es Andaluza, sevillana, bética y sus devociones van, a medias, entre Santa Catalina y san Juan de la Palma. Ella es mujer, pero no una mujer cualquiera, sino una mujer que escribe; y lo hace con una sensibilidad que hace que, al leerla, todo gire en torno a lo que escribe y a ella. A mí me ganó, hace ya unos cuantos años, cuando yo sólo sabía que me gustaba escribir, y punto. Pero ella estaba ahí, con ese nombre tan puramente sevillano, para decirme, desde el alma de su blog, que si a uno le gusta escribir no basta con hacerlo para él mismo, sino que hay que escribir para los demás, porque no hay nada más bonito que escribir para los demás, sobre todo si los demás no te conocen.
Gracias a ella decidí abrir una ventana al cielo de Granada, para hablar de sus cosas, de las mías, y de todas las que me fueran surgiendo, inspirado en ese rincón suyo que huele a sal de Sanlúcar, sabe a "Rinconcillo", suena a Triana y mira a Sevilla, y cautivado por la sencillez con la que cuenta todo, dice todo y escribe todo. La Dama que se "escondía" detrás de su sevillano nombre me enseñó que los sueños se consiguen, pero hay que luchar por ellos y, ahora, se lo dice, también, a mucha más gente desde su Azotea en el Correo de Andalucía. Por ella he leído a muchos autores, he conocido poetas, escritores que están ahí, pero hay que buscarlos y encontrarlos, y he deseado perderme donde el sol ilumina unas barcas de atardecida, y la sigo, porque me veo reflejado en ella, y porque sigue siendo un puntal importante sobre el que se asienta esta página desde la que, tres veces a la semana, cuento mis cosas a quién quiera leerlas.
Ahora, el blog desde el que empecé a conocerla, se ha expandido al mundo, en forma de novelas, y la Dama dejó de ser la Dama para ser Reyes, y seguir enamorando a gente con su sutil escritura, desde ese "rincón selecto de la tierra, que es Sevilla"...
Hasta aquí, la historia resulta interesante, pero ya os digo yo que es preciosa...hay otra mujer, del Realejo, afincada en Sevilla, muy cerquita de la Virgen de la Hiniesta (yo todo lo ubico según devociones), que se fue a Híspalis a estudiar Bellas Artes y allí se quedó, aunque mirando de reojo su Granada. Ella compartió conmigo las aulas más importantes, las de la infancia, y la vida nos hizo separarnos y reencontrarnos, y nuestra amistad es tan especial como la forma en que ella trata las cosas, dada su delicadeza de artista. Reyes y Montse no se conocen, pero bastó que yo leyera en facebook que la una firmaba su nuevo libro en Sevilla, para que llamase a la segunda y le pidiera un favor...¿qué creéis que pasó?...que allí se fue Montse, compró el libro, le pidió a Reyes que se lo dedicase a un chico de Granada amigo suyo que tiene un blog, y gracias a ese gesto, yo soy ahora el tipo más feliz del mundo...
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