hoy me acuerdo de ti...

Mira tú por dónde, hoy me he ido a acordar de ti, no es que no te recuerde con frecuencia, pero hoy tu recuerdo ha sido tan claro, tan real, que me he vuelto contigo allí donde la Esperanza va sobre un trono, y la biznaga se reparte en la calle de un Marqués. Me he ido contigo, cuando el sol me ha vuelto a dar en la cara por Junio, y he sentido en mis pies el frescor de la mar en la Misericordia, y el salitre se ha venido como cuando entraba por la ventana, turno de tarde, turno de mañana, en la calle de Héroe de Sostoa. 

Me he visto de nuevo, en mi inexperiencia, vestido con la bata y subiendo la temperatura del aire acondicionado porque tú tenías frío, y he vuelto a hablar contigo, en la distancia, de tantas cosas, cuando mi acento te hacía recordar tus orígenes y mi nostalgia se iba en nuestras conversaciones. Me he ido contigo, embarazada de tu niña, a aprender de la vida en un susurro, y he vuelto a añorar, ahora que van a hacer diez años de mi marcha, las lágrimas que quisieron asistir, sin invitación, a nuestra despedida. Un cajón lleno de "garguerías", y esa noche última en la que la mar fue nuestra testigo, cuando os dije adiós de la mano de mi todavía novia, y os dejé allí, para ir a veros sólo de vez en cuando. 

Hoy, que la vida ha hecho con nosotros lo que ha querido, veo las fotos de tus hijos ya adolescentes, veo las de mi hija, veo todo lo que ha cambiado a nuestro alrededor, y siento una profunda alegría porque el destino me llevó a tu tierra de adopción, y me acogiste con los brazos abiertos. Hoy tengo allí dos amigas, dos baluartes, dos buques insignia de todo lo que tenga que ver con la amistad, y una parte de mí mismo, de mi historia, que se quedó en la orilla del mediterráneo y que voy a buscar cada vez que me pica la nostalgia, fíjate, en sentido contrario de la carretera. Y me acuerdo de ti, de tu ayuda, de las veces que nos hemos reído, de las cosas que compartimos cada turno de tarde, en ese lugar en el que aprendí lo que no quería llegar a ser como profesional, pero que me dio tanta vida, que siento que dejé allí algo más que un puesto de trabajo. 

En Granada, el calor empieza a hacer de las suyas y añoro el aire de Málaga, porque hoy me acuerdo de ti... 


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