estrecheces...

Son eso, zonas en las que no cabe un alfiler, ni el bigote de una gamba, por las que no entra ni el aire,...y todas las demás comparaciones que se nos vengan a la cabeza para definir aquellas zonas de nuestras hermosas ciudades en las que hay poco espacio para casi todo. 

Estrecheces hay en todos los sentidos de la vida, si no que se lo pregunten a aquél que tiene que sacar a cinco hijos adelante con el sueldo de un albañil, o ése que tiene que operar a corazón abierto y contrarreloj, con las manos enguantadas, mascarilla y rodeado de auxiliares, por no hablar del que tiene que conducir un camión de no sé cuántos ejes por las calles del centro de cualquiera de nuestras urbes.

A mí, las estrecheces que más me gustan suelen ser las más sufridas, esto es, aquéllas que se producen debajo de un paso en esos días en los que dejo de ser yo para ser ciudad, y me desvivo paseándola para encontrar los huecos justos por los que entra un misterio o un paso de palio. Yo tengo las mías propias, la "revirá" de Frailes de Jesús Despojado a los sones de las cornetas de Fígares, o la salida, al milímetro, del Santísimo Cristo de san Agustín, o la Esperanza en la penumbra de Baratillos. Pero hay más, que la Aurora ya sabéis por dónde baja, la Estrella ya sabéis por donde sale, la Concha ya sabéis lo que tiene que salvar al llegar a Zafra, y la cuadrilla de la Alhambra ya sabéis que se acuerda del Vino y de la Puerta, pero no quiero hablar de lo mío, que os lo sabéis de memoria. 

Hoy me quiero ir al Guadalquivir, que es un río muy cofrade, señores/as míos/as, pero no cuando deja su lento caudal discurrir por la bella Híspalis, sino, también, cuando lo hace bañando las lindes de la "romana y mora, Córdoba callada" parafraseando a Machado, que las estrecheces no son propias de una ciudad en Semana Santa, sino de todas, como bien muestra este vídeo que os muestro a continuación y que, encontré, gracias a Dios, una tarde de desidia laboral (vulgo aburrimiento), para enriquecer el patrimonio de imágenes cofrades que luego pongo en Agosto, o en Julio, qué más da.

Por suerte para nosotros, los andaluces ("que nos queremos como hermanos", como decía el gran yu-yu), en toda nuestra geografía podemos encontrar un sinfín de estrecheces para paladear con gusto el mejor sabor cofrade, como esta de la Calle san Zoilo en la ciudad de Córdoba, con el misterio de la hermandad de la Paz...disfruten...


Comentarios

Entradas populares