háblame...
Háblame, con el acento que nos diferencia, de esos momentos que, de tantas maneras, te han llenado el alma y el cuerpo. De esa vez que nos conocimos, en un Albaycín frío, cuando las cornetas de Fígares lloraban sus metálicas notas a los pies de la Aurora, o de la primera vez que, en penumbras, le viste la cara a la Virgen de la cara bonita.
Háblame, en un intento de acopiar tantos instantes, hermosos y emocionantes, de todas esas cosas que yo no he podido vivir, de tu infancia en Sevilla, de lo que es trabajar a las órdenes de Ismael, de Mariano, de los Palacios, Los Ariza, de Loreto, y de "Pocholo", que el barrio te engrandece porque sabe a pastel de Osuna y a un Moreno que todo lo puede. Háblame, y si no puedes traga saliva, y vuelve al principio, para contarme lo que es acudir a una clase de poesía cada vez que Luis cogía el martillo, le hablaba a los suyos, y tú lo escuchabas todo sosteniendo tu cirial. O de cuando le dijiste "sí,quiero" a esa morena que canta que te quita "to er sentío", a los pies de Ésa que da nombre a un querubín de mirada azul e imposibles rizos, y la bandera pirata ondeó en la celebración dejando claro que siempre serás de la "Perla".
Háblame del fresco de Madrugada cuando la Sentencia hiere el cuello de los hombres buenos y su Madre se duerme a los sones de "Madrugá Macarena", y los "suspiros de España" son los tuyos también, que la llevaste...porque de eso, de lo que es llevarla, no vas a poder hablarme porque te emocionas al hacerlo. O de cuando tu hija se bautizó en el Quema tirándose literalmente de cabeza, o cuando su madre le cantó al cruzarlo...
Háblame del fresco de Madrugada cuando la Sentencia hiere el cuello de los hombres buenos y su Madre se duerme a los sones de "Madrugá Macarena", y los "suspiros de España" son los tuyos también, que la llevaste...porque de eso, de lo que es llevarla, no vas a poder hablarme porque te emocionas al hacerlo. O de cuando tu hija se bautizó en el Quema tirándose literalmente de cabeza, o cuando su madre le cantó al cruzarlo...
Yo, sí quieres, te hablo de otras cosas, ésas que no sabes, de mi infancia en Granada, lo que es llevar a Dios por las calles un Jueves de Corpus, del Mayor Dolor revirando a los mandos de nuestro amigo, y de un palio en silencio por la oscuridad de san Antón. Te hablo de Cristos que se recogen mirando la Alhambra, y de palios que bajan cuestas a hombros de costaleros que, eso sí lo sabes, ya molesta subirlas a pie, y te hablo de una niña que tiene "titos" en Sevilla, y de que a veces creo ver la Giralda al asomarme por la Torre de la Vela. Te hablo de Vírgenes de Gloria por la Alhambra, y de un batallón de costaleros para una Esperanza, que es tu Esperanza pero con distinto manto. Háblame, que me debes una entrada en esta página, y asómate a la ventana, que quiero seguir viendo Sevilla a través de lo que cuentas...Un abrazo, yo ya no puedo hablar más...
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