14...



Ha salido a la calle, como cada mañana, dispuesto a comerse la jornada laboral, habiendo dejado en el colegio, previamente, a la luz de sus días, y dándole un beso enorme, para así llevarse consigo la energía que le transmite y así poder afrontar el tedioso día…

Al salir por el portal, la mañana lo ha saludado con un aroma especial, mitad a flores, mitad a campo, y el frío del invierno parece haber menguado, convirtiéndose en un leve fresco matinal que no ha hecho que se cierre la cremallera del chaquetón. La luz le ha deslumbrado, debido al reflejo que, del sol, hace el escaparate de la tienda de zapatos en la que el cartel de un Cristo con la Cruz a Cuestas le hace recordar que la Cuaresma está terminando, y ya mismo todo volverá a ser como antes.

 Los árboles en flor, el buen humor que va transformando las caras de la gente con la que se cruza en su rutinario paseo hacia el trabajo, son síntomas de la primavera, instalada en el ánimo de los jóvenes que, mochila a la espalda, caminan hacia el instituto delatado el uniforme la procedencia de sus estudios.

La camarera le recibe con su cordial sonrisa, de esas que iluminan hasta los más recónditos rincones de las almas más oscuras, y él le responde igualmente, mientras toma asiento en el lugar de siempre y ella la está poniendo el café, y metiendo la tostada en el tostador, como siempre. El periódico tiene algún artículo sobre el pregón de una cofradía, y el pie de foto lo firma un amigo, y se entrega a la lectura sin percatarse de que una anciana ha entrado al local, peinada con moño y unas flores decorando su canoso pelo. Le ofrece lotería, que rechaza, y sigue con su venta entre los parroquianos que desayunan ahí, algunos por la cercanía, otros por el pan de las tostadas, delicioso, y otros por la sonrisa de la camarera, de esas que iluminan hasta los más recónditos rincones de las almas más oscuras…

Sale por la puerta tras pagar y, al poner el pie en la calle, la misma sensación que hace media hora al salir de su casa, ahora acuciada por el aroma a incienso que sale de la esquina próxima, y que ha hecho que el misterio de otro cartel avance por la callejuela…echa a andar sonriendo y piensa, mientras se coloca el chaquetón, que ya huele a Semana Santa…

Comentarios

Entradas populares