Magia...

La magia está en todas partes, eso está claro, ya que la vida en sí misma es magia pura, aunque nos afanemos en buscarla inútilmente cuando queremos que las cosas nos salgan a la medida. El día en que entendamos que nada sale a la medida, nunca, seguro que seremos más felices...

Ella es maga, o bruja, ya que tiene el inmenso poder de hacer que sucumbamos a sus deseos sólo con mirarnos o sonreírnos, y algún día entenderá que esa arma la podrá usar para hacer que alguien se enamore de ella, o que no pueda estar sin verla, aunque eso es harina de otro costal. Ahora mismo se conforma con ser bruja de cuento, o de películas o series de teelvisión, que absorbe cuando le dejamos y que ya está empezando a querer cambiar por libros sobre el tema, si bien los que le gustan no son de su edad todavía.

Entre esos libros, películas todavía, la increíble saga de J.K Rowling se lleva la palma, jugando a ser la señorita Granger y queriéndonos hechizar con los latinajos que no sabe pronunciar y que causan las risas de los que la observamos, a saber, túnica, bufanda y varita, deambular por la casa como si fuera el castillo de Hogwarts. Ella es de Gryffindor, claro, porque Harry lo es, pero sobre todo porque lo es Hermione, con la que se identifica al máximo y procura imitar en cada cosa que hace. 

Su magia se reduce a eso, al juego con el que pasa el rato cuando llega a casa y los deberes le dejan, ignorando que ella "per se" es magia, y que todo lo que hace tiene ese toque especial de cuento de hadas y castillos encantados. Para mí, ésa es la magia que veo en ella, en sus cosas diarias y en la forma en que nos abraza y nos necesita, y me gusta sentirme partícipe de sus juegos, procurando ver con ella las películas que su edad le permite, y explicándole aquello que no entiende, por lo que mis días discurren, cuando toca, asomado al baño de las chicas, buscando piedras filosofales o abriendo cámaras secretas, compitiendo en la copa de los tres magos, y evitando que Draco Malfoy se salga con la suya. Pero al final, comprendo que la verdadera magia reside en esa cara que pone cuando consigue encajar unas piezas de un juego, cualquier tarde de sábado...

"Draco dormiens nunquam titillandus"