29...

Todo lo puede observar
desde esa estrecha ventana;
la gente que viene y va
y la que, andando, se para;
la que tiene su negocio
y la que va de pasada;
todo lo puede observar 
desde esa estrecha ventana.

Cada tarde, con mayúscula,
ésa que al barrio engalana
y lo hace vestir bien
luciendo sus viejas galas,
él observó que, en la acera,
una mujer sollozaba,
entre las filas de fieles
que, dialogando, esperaban.

Una mujer que, de pronto,
se sale hasta la calzada
con el brillo de la noche
enredado en la mirada.
Espera quieta, también.
Algunos van a ayudarla,
pero para que calmara 
no bastaban las palabras.

Se mueve "pa" que la dejen
sola, delante, mirarla;
más lágrimas de sus ojos,
al hacerlo, se escapaban.
¿qué tienes? le increpan varios,
¿alguien sabe qué le pasa?,
ella guarda en sus silencios
la misma pena del alma.

Alguien, de negro, se acerca
y le aproxima una estampa.
Una de esas que, siempre,
llevan impresa su cara,
una flor coge y le entrega
y sus lágrimas se paran
en el mismito momento
que se cruzan sus miradas.

Como un año se nos pasa
se pasa la vida entera.
Otra vez, en esa calle,
cesará el llanto con verla.
nárralo aquel que lo viera
desde la estrecha ventana:
primera trabajadera
del palio de la Esperanza.

Fuente fotografía: al cielo de Graná


Comentarios

Entradas populares