9...
Hay varios tipos de amigos, que no tiene por qué coincidir en el tiempo ni en la persona, y que le permiten a uno poder distenderse en diferentes situaciones, según sea el momento que le ocupe.
A lo largo de la vida, los amigos van llenando huecos de esa estantería de lo afín que cada uno tiene, o se van creando esos huecos según las cosas que vayan pasando conforme se va viviendo y que pueden llevar a recolocar las baldas originales, o incluso a clausurarlas, limpiándolas y dejándolas listas para un nuevos ocupantes, si se estima oportuno y necesario.
Al principio son los amigos del colegio. Suelen ser importantes, por aquello de ser los primeros, y porque empiezan a definirse los huecos de la estantería. Con el paso del tiempo seguirán siendo recordados, si es que la vida los ha llevado a separarse, o seguirán en ese puesto importante en caso contrario, más aun si además de los amigos hay alguna amiga que haya llegado a pasar en un momento indeterminado a ser algo más en el corazón infante.
Tras ellos, los amigos del barrio, confidentes y compañeros de juegos también, a los que podríamos aplicarle, además, que al estar en contacto casi continuo, pueden llegar a hacer más intensas las relaciones antes mencionadas.
En la cronología académica, el instituto, en el que se van forjando las personalidades y el que los amigos se van disponiendo en esas estanterías por afinidades musicales, deportivas, literarias o de ocio, y que llevarán a relacionarnos con más gente en torno a ellas. De este período se guardan siempre importantes amigos, aunque puede ser que sean sustituidos, que no olvidados, por los de la siguiente etapa, que se antoja crucial en la mayoría de los casos, y que no es otra que la universidad. Dado que el instituto es obligatorio, según sea el que le toque al individuo en cuestión, puede guardar buenos o malos momentos en sus aulas, por lo que pueden derivarse amigos eternos, o eternos enemigos, generalmente pusilánimes sin más valor en la memoria que el que pueda tener cualquier insignificancia de la vida. Ellos también irán forjando la personalidad según sea lo que se persiga en la vida, que en la adolescencia suele ser pasarlo bien, a ser posible sin muchos calentamientos de cabeza. La universidad, en cambio, es distinta, puesto que ésta se elige, por lo que la gente de la carrera ya cuenta de antemano con la afinidad de estudios, y si a esto le añadimos la edad con la que estudiamos en la universidad, pueden salir de esa mezcla amigos de toda la vida, como también amores de toda la vida.
En los dos grupos anteriores, es cuando suele empezar a desarrollarse la amistad cofrade ya que, si bien en algunos casos se llega a la hermandad por herencia familiar, es verdad que se suele entrar en ellas porque algún amigo nos lo dice, como en el caso de los costaleros.
Él, amigos de cofradías, casi hermanos, tiene bastantes por su andadura debajo de los pasos, algunos incluso de fuera de su ciudad, unidos por devociones comunes o por efemérides bajo las andas, que ya han pasado a ser familia de tantas cosas como han vivido por los años transcurridos, y es que estamos hablando de bagajes ya de cuarto de siglo. Pero hay algunos que, forjados en la adolescencia y el instituto, se extrapolaron a las hermandades y, si bien es cierto que la vida los ha llevado por distintos derroteros, no lo es menos que siempre los ha tenido en caso de necesitarlos, y que las pocas veces que se ven es como si no hubiese pasado el tiempo.
De esos amigos adolescentes, de partidos de fútbol sala, ensayos, coplas de carnaval y algún que otro botellón, han resultado padres de familia que ya comparten sólo conversaciones por whatsapp y algún que otro encuentro casual por las calles de su ciudad que es lo que les permiten sus responsabilidades respectivas.
Es curioso cómo pasan las cosas, cómo él se acuerda de todo esto después de abrazar a su amigo de una vida entera, tras haberse detenido el paso del que éste es capataz. Porque, como todo el mundo sabe, sólo amigos de verdad se les saca de una fila de público, se les llama para que se acerquen y le dejan coger el martillo para llamar al paso...
"Maniiii...¡al Cielo lo que es del Cielo!"
Comentarios
Publicar un comentario